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Martina Yopo, socióloga: “La maternidad en Chile se ha desnaturalizado”

Esta académica de la Universidad Católica detalla cuáles serán los principales desafíos que afrontará el país ante esta transformación social que implica la menor tasa de natalidad en la historia del país y una de las más bajas del planeta.

Martina Yopo. Foto: Mario Tellez / La Tercera MARIO TELLEZ

Cuando estaba en el colegio le hicieron escribir una carta sobre lo que quería hacer cuando grande. Allí, Martina Yopo Díaz recuerda que puso que quería estudiar Sociología, sin tener idea de lo que significaba.

Creció en un ambiente rodeada de libros y discusiones en su casa sobre política y temas públicos. Eso la llevó a estudiar Sociología -como lo escribió en su carta- y hacer su posgrado en la Universidad de Cambridge, donde comenzó a trazar su interés por estudiar el impacto de la maternidad.

Le interesaba entender las transformaciones culturales en la vida de las mujeres, especialmente en el ámbito reproductivo como motor social. Fue así que entrevistó a madres de distintas generaciones para entender cuáles han sido las principales motivaciones que tienen para tener o dejar de tener hijos.

Si nosotros no aprendemos a redistribuir de manera más equitativa los roles y responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres, no vamos a lograr subir nuestra tasa de natalidad. Eso es así de simple.

Martina Yopo, investigadora del Instituto de Sociología UC.

Esto la llevó a la conclusión de que Chile pasa por una transformación social, influenciada por una “infertilidad estructural”. Este término, acuñado por la antropóloga española, Diana Marré, explica por qué nuestro país tiene una de las tasas globales de fecundidad más bajas del mundo.

Martina Yopo acaba de publicar un libro que lleva por título Maternidades: Desafíos actuales de género, familia y fertilidad, una radiografía de las transformaciones históricas y tensiones contemporáneas de la maternidad en la sociedad chilena.

En esta entrevista, la investigadora del Instituto de Sociología de la Universidad Católica da luces de las causas, consecuencias y posibles soluciones para enfrentar la actual baja de la natalidad en Chile, una crisis demográfica que preocupa, pero aún no terminamos de comprender si es una crisis a enfrentar o una inevitable situación que debemos asimilar. Según los nuevos datos entregados por el Censo 2024, solamente el 56,6% de las mujeres de entre 15 y 49 años tienen hijos o hijas. En términos prácticos, una de cada dos mujeres en edad fértil actualmente es madre.

Martina Yopo. Foto: Mario Tellez / La Tercera. MARIO TELLEZ

¿Por qué es importante estudiar la maternidad en Chile?

Porque es un nudo crítico para poder abordar aspectos que son claves en la sociedad. Es hoy uno de los ejes que está al centro de las formas de hacer familia. También es muy importante porque sigue siendo uno de los proyectos biográficos centrales de las personas, en decidir si tener o no hijos se juega quiénes esas personas son, quiénes quieren ser, qué es lo que quieren para su vida y también un poco el tipo de vidas que van a tener.

¿Cómo ha cambiado la forma de hacer maternidad a través de las generaciones?

La maternidad en Chile se ha desnaturalizado. Cuando yo hablaba con mujeres de generaciones mayores, que hoy deben tener 80, 90 años, y les preguntaba cómo fue para ellas el proceso de convertirse en madre, jamás me hablaron de ese proceso como una decisión. Eso ha cambiado profundamente. Hoy la maternidad no es una parte natural o dada en las vidas de las mujeres, sino que es una pregunta, y esa pregunta muchas veces se ha vuelto un problema.

Maternidad. Imagen de referencia. GOBIERNO DE ARAGÓN

Como se dice coloquialmente "está caro el kilo de guagua"...

Esa expresión me hace mucho sentido, además me gusta que sea muy chilena. Efectivamente, ser buen padre o madre hoy en día significa poder acceder a aquello privado a tu hijo para que tenga una atención oportuna cuando se enferme y que pueda ir a un colegio donde le enseñen cosas con las que tenga una ventaja competitiva al momento de insertarse en el mercado laboral. Y eso, en un Chile donde la seguridad social está muy precarizada y mercantilizada, satisfacer las necesidades básicas de los niños es más caro.

¿Es más difícil entonces criar un hijo o hija ahora que antes?

Hay aspectos que son más fáciles y hay aspectos que son más difíciles. Hoy hay maneras mucho más fáciles de acceder a conocimiento experto que te permiten resolver dilemas en torno a la salud de tus hijos, dar algunos consejos de crianza. Pero hay otros aspectos que lo han hecho mucho más difícil. Uno de ellos es la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral. Esto ha hecho que muchas tengan que empezar a conciliar la vida laboral y familiar, y eso es uno de los puntos para los cuales nosotros estructuralmente no estamos preparados como sociedad, y es una tensión creciente que se ha empezado a manifestar.

Otro de los puntos que lo hace más difícil tiene que ver también con las desigualdades de género. Hoy hay muchas mujeres que no están dispuestas a convertirse en madres si eso significa que se tienen que llevar sola gran parte de las cargas y costos asociados a los cuidados de los hijos.

09/05/2025 - MARTINA YOPO - Mario Tellez / La Tercera MARIO TELLEZ

¿Cómo podemos entender los principales factores que han llevado a Chile a tener una de las tasas más bajas de natalidad, incluso del mundo?

Tiene que ver con cómo la natalidad se entrelaza con el desarrollo y la movilidad social. En Chile, desde el retorno a la democracia, se produjo un proceso de movilidad social donde sectores populares se movilizaron hacia la clase media, y esto tuvo un correlato en la reproducción. Es decir, si tú quieres salir de la pobreza y convertirte en una familia de clase media, que tus hijos puedan acceder a la educación superior, tener una buena casa, un auto, tú tienes que tener pocos hijos. De alguna manera, los mandatos de que tener hijos significa precarizarte económicamente. Significa también interrumpir y despotenciar tu trayectoria laboral.

¿Afectaron también las políticas de prevención del embarazo adolescente en los 90?

Esas políticas han sido súper importantes en Chile y hemos logrado reducir el embarazo adolescente significativamente, lo que es un tremendo logro a nivel de salud pública. Sin embargo, eso ha tenido otra arista, ya que las personas que tienen 30 o 40 años fueron socializadas con este mandato de identificar el embarazo con algo negativo que hay que evitar.

¿Hay otros factores, aparte de la incertidumbre económica y la influencia cultural, que pueden afectar la decisión de ser madre o padre?

Yo diría que hay dos temas más allá de lo cultural, y uno muy importante son las desigualdades de género. En un contexto donde la equidad de género se instaló como un fin social deseable, el ser madre o tener hijos se ve como un obstáculo a lograr esa equidad de género, a lograr esa realización personal. Otros factores también apuntan a las visiones de futuro que pueda tener la gente, que son absolutamente clave. Cuando las personas me hablan de que hay imaginarios distópicos sobre el futuro, caracterizados por crisis sanitarias, económicas, el auge de la ultraderecha o la crisis climática, muchas personas me dicen que no hay futuro para tener hijos. No es un futuro en el que las personas sientan que pueden formar familia.

¿Cómo podemos entender los efectos que puede provocar esta baja en la natalidad?

Es uno de los principales desafíos que enfrentamos como país, porque tiene un efecto directo sobre el decrecimiento y el envejecimiento de la población. Eso pone una presión tremenda sobre sistemas sociales claves, que van desde la economía al trabajo, desde las pensiones al cuidado, desde la salud a la educación. Tienes que pensar que todos nuestros sistemas sociales claves están organizados en el principio de que van a haber nuevas generaciones para reemplazar a las generaciones que van envejeciendo y muriendo. Y hoy ese principio está puesto en entredicho.

Se habla mucho de que la migración también ayuda a amortiguar estos factores.

La migración es una solución pero muy a corto plazo, porque lo que muestra la evidencia es que las mujeres migrantes tienden a lo largo del tiempo a asimilar el comportamiento reproductivo de las mujeres nacionales al país donde migran.

Incentivos económicos para la natalidad

¿Sirve, por ejemplo, fomentar la natalidad con bonos o aportes monetarios, tanto a las madres como a los recién nacidos?

Es una medida que no ha tenido eficacia por dos principales razones. Tiene un impacto positivo muy limitado, porque es muy a corto plazo, y también genera incentivos perversos, porque motivan la reproducción en personas que tienen mayores necesidades y vulnerabilidad económica. Es lo que está pasando en países como Rusia, donde a partir de la entrega de bonos económicos por el nacimiento de hijos ha vuelto a aumentar el embarazo adolescente.

¿Qué le gustaría escuchar como propuesta de algún candidato o candidata presidencial frente a este tema?

Me gustaría ver un conjunto de medidas que aborden el aspecto económico, pero que también aborden el aspecto cultural que está subyaciendo esta baja natalidad. Y con eso me refiero particularmente a las desigualdades de género. Por ejemplo, el proyecto de extensión del permiso postnatal parental, que propone 12 meses para las mujeres y un mes para los hombres, es para mí un error. Ese proyecto debiese tener más corresponsabilidad. Si nosotros no aprendemos a redistribuir de manera más equitativa los roles y responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres, no vamos a lograr subir nuestra tasa de natalidad. Eso es así de simple.

¿Y debería haber también alguna propuesta que fomente la natalidad en Chile?

Aquí no se trata de incentivar o forzar a las personas a que tengan hijos, sino que se trata de generar las condiciones sociales para que quienes quieran tener hijos puedan hacerlo. Han habido cambios culturales muy profundos, hay personas para las cuales el tener hijos no es parte de sus aspiraciones y no hay política pública que los haga cambiar de parecer.

¿Qué podríamos aprender de otros países donde estén pasando por esta misma situación?

Un ejemplo exitoso a mirar a nivel internacional ha sido Francia, que ha invertido una parte importante de su producto interno bruto para apoyar a las familias. Lo que tiene mayor eficacia al momento de generar condiciones que permitan fomentar la natalidad es tener servicios de cuidado infantil gratuitos, universales, que estén disponibles tanto para padres como para madres al momento de terminar el permiso postnatal y que tengan la misma duración de la jornada de trabajo de los padres.

¿Chile está preparado para afrontar estas transformación social?

Hasta el momento hemos estado muy poco preparados. Yo miro con buenos ojos que haya sido un tema de relevancia pública y que esté siendo recogido por las distintas candidaturas presidenciales a lo largo del espectro político. Ahora, si yo veo posible llegar a consensos que permitan implementar el conjunto de medidas que necesitamos como país, lo veo difícil pero no imposible.

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