El estilo de Marguerite Duras se despliega en plenitud expresiva, su madurez como narradora le permite hacernos sentir en las frases sus vibraciones. El ritmo es suave y cadencioso, la fascinación por darles espacio a las palabras genera silencios en los que se oyen ecos. Lo confesional está amarrado a la expresión precisa. Su cuerpo dicta, ordena el drama que la corroe hasta la médula.
Matías Rivas
5 oct 2019 07:00 AM