Aunque tiene más de 60 años en el centro de Santiago, Inca de Oro sigue siendo para algunos un secreto bien guardado.

Y es que esta sanguchería popular está casi escondida en el pasaje Omer Huet, ese que está a pasos de la Alameda, entre Arturo Prat y Serrano, muy cerca del Minvu.

En ese pasaje hay varias picadas donde desayunar o almorzar un sándwich al paso, aunque muchos se van directo al Inca de Oro, en el local 33.

Y siempre encuentran ahí a don Cristián Rore, el dueño esta pequeña sanguchería, la que comenzó su padre, Luis Rore, en los años 60.

Cuando partió vendiendo sanguchitos en la calle y luego se pudo establecer en este local del pasaje Omer Huet. El que desde 1985 está a cargo de don Cristián, quien prácticamente se crió ahí.

El mismo que todos los días, de lunes a sábado, sagradamente abre su local a las 7 AM para ofrecer unos sanguchitos caseros en marraqueta, que es de una panadería del barrio.

Y que llevan charcutería y quesos artesanales, comprados en mercados como La Vega Central, como pernil, queso mantecoso, bondiola o queso de cabra.

En marraqueta y con embutidos artesanales

Sánguches que son perfectos para un desayuno de campeones o un almuerzo al paso para cuando hay poco tiempo.

De hecho, en el lugar un par de mesas para comer ahí mismo, aunque también los puedes pedir para llevar.

Y como toda picada que se precia de tal, en Inca de Oro los precios son muy convenientes. Tanto, que el más barato de los sánguches, el aliado, de jamón y queso mantecoso, cuesta $ 1.500. Y sube un poco más si lo pides con doble queso o doble jamón.

Entre los favoritos de sus clientes está el de pernil, que el mismo Cristián compra en La Vega, que cuesta $ 1.800 simple y $ 2.500 con doble pernil.

Mucho mejor si le agregas palta recién molitada por $ 500.

También hay de arrollado, salame, jamón pierna y hasta bondiola, que es el lomo vetado del chancho.

Y si no comes carne puedes pedir uno veggie, con queso mantecoso de Valdivia o queso de cabra de Ovalle y agregarle tomate o mantequilla por $ 300.

Para acompañar los sanguchitos, en Inca de Oro tienes opciones como té, café, Milo o bebida personal.

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