Hace dos años que los dueños decidieron cambiarse a este lugar, junto a sus tres hijos, ubicado en Vitacura, “por su carácter de barrio y conectividad con el resto de la ciudad”. Un indispensable, que además se complementó con la remodelación de los espacios y el interiorismo a cargo de los arquitectos Olaya Cuadra y Hernán Alcalde (

olayacuadra@gmail.com

).

Los originarios 140 m² pasaron a 225, logrando espacios amplios y al mismo tiempo cálidos que fomentan el encuentro familiar. La arquitecta Olaya Cuadra explica: "Exteriormente, la remodelación mantuvo la arquitectura original, pero en su interior la modificación fue total, potenciando sus principales características espaciales como los cielos altos e inclinados, los desniveles, la luminosidad y la relación abierta de cada espacio con el exterior".

Esta calidez a simple vista se destaca en el uso de materiales como la madera de coihue para el piso y una decoración que encaja perfectamente.

Olaya cuenta que el interiorismo nació de una recopilación de objetos heredados de los propietarios, otros comprados en ferias y antigüedades, todo mezclado con un par de objetos de diseño como la lámpara de Ingo Maurer, otra de Philippe Starck o los pisos del arquitecto Toyo Ito.

El juego del blanco con toques de color se aprecia en varias de las habitaciones. Tienen pocos cuadros y son de artistas nacionales. El principal del living es de Macarena Illanes (miapinturas.com) y, de las ilustradoras Paloma Valdivia, Alejandra Acosta y Bernardita Galleguillos también tienen obras de pequeño formato en distintos lugares.

Esta casa es el complemento perfecto para el diario vivir de esta familia, que durante el invierno aprovecha la zona del living comedor por la luz y el segundo piso, que cuenta con una gran sala de juegos para los niños. En el verano, la terraza de piedra pasa a ser el principal lugar de encuentro.

Esta casa, ubicada en Vitacura, fue construida en 1972 y corresponde a un conjunto habitacional de construcciones homogéneas de albañilería de ladrillo a la vista y techos de alerce.

La mesa de centro es un tronco de roble, que compraron en Contemporáneo de Patricia Vargas, la alfombra es de Ali Devlen, además se ven objetos comprados en ferias y anticuarios

Una pequeña colección de fósiles, un par de caballos de cerámica chinos y candelabros antiguos son parte del interiorismo.

La cocina se eligió de color blanco para dar mayor luminosidad. Las baldosas son Córdova y el comedor de diario es de maderas recicladas de la misma casa.