Lima crece, y al igual que en Santiago los sectores más exclusivos se fueron desplazando hacia la periferia. La Molina es un distrito relativamente nuevo y acoge los barrios más lujosos de la capital peruana. Antiguamente era San Isidro o las tradicionales casonas de Miraflores, que aún sobreviven gracias a su estilo, cercanía y accesibilidad. Quienes eligen La Molina están dispuestos a prescindir de estas cualidades a cambio de seguridad y la gran cantidad de áreas verdes que se concentran en este barrio, llegando a 20 m² por habitante. Además, según dicen, cuando en el centro está nublando, allá siempre hay sol.

Esta casa amplia y luminosa, de alturas imponentes, tiene dos niveles y fue remodelada en su interior para crear una nueva atmósfera. “Los dueños buscaban innovar en cada ambiente, con una propuesta moderna y adhoc a la época en que estamos viviendo, además de tener una proyección a largo plazo en cuanto a diseño interior, con el fin de que “no pase de moda”, así como también tener aires de modernidad en los diferentes espacios, conservando siempre la calidez”, explica Karim Chaman, arquitecta y diseñadora de interior a cargo del proyecto  de interiorismo. Con varios años de experiencia, el portafolio de esta conocida arquitecta peruana se inclina por proyectos residenciales, con un claro sello contemporáneo; en otra entrevista definió su trabajo como “sofisticado, mágico y atrevido” y asegura que no hay nada que no haya sido anteriormente diseñado, que las tendencias vuelven y se van, y que todo depende de cómo se  interprete  el diseño mezclando el sentir propio para marcar la diferencia.

Para esta casa, ¿cuál fue tu propuesta de interiorismo? Un espacio contemporáneo  con muebles de corte italiano, fabricados por Karim Chaman Boutique. Se utilizaron tapices, cuero, enchapes de madera, MDF pintado, cojines y lámparas. Los muebles de terraza son de Trazzo Home.

¿Cuál fue el mayor desafío del proyecto de esta casa? Básicamente toda la casa, ya que fue una remodelación de todos los ambientes, tratando de no afectar la arquitectura y no perder la calidez a pesar de las alturas.

¿Cuánto de ti hay en tus proyectos? 100%, ya que me preocupo desde un inicio de las necesidades de cada cliente, su forma de pensar y de ver cada espacio, y cómo se vive, para poder proyectarme y crear de acuerdo a cada uno. Me involucro con cada integrante de la familia para ver sus propias necesidades y gustos, y así plasmarlo en cada ambiente tratando de respetar lo que me piden, pero siempre con mi sello característico.

El resultado salta a la vista, un lugar que, acoplándose a la arquitectura, se funde en las bases de lo contemporáneo y el minimalismo, para atreverse a colores que evocan las tonalidades de las raíces peruanas, con detalles en los accesorios utilizados.