Felicidad
La fotógrafa argentina, dueña de esta casa y de un ojo envidiable si de componer se trata, cree que la casa es un sitio para ser feliz, para estar, tomar mate, caminar sin zapatos y dejar que la vida pase... ¿Impresionar a las visitas? Me estás jodiendo.
"Me gusta de mi pieza que es espaciosa, cómoda y antigua, aunque me hubiese gustado tener un cuarto más moderno, como el resto de la casa", dice Chloé, la única hija de la fotógrafa y dueña de esta casa ubicada en pleno Buenos Aires, un comentario que es un espejo de lo que pasa a los 11 años de edad, cuando uno lo quiere todo pero también está bien algo diferente.
El trabajo para armar lo que hoy disfruta esta familia no fue rápido ni arduo, ni poco pensado; al contrario, fue meticuloso, y se dio paso a paso para concretar lo que decían los planos de la arquitecta Ángeles Pérez. Los demás funcionaron como una parte, una pieza de un gran engranaje para hacer andar este proyecto, cada uno bien cómodo en lo propio. "El padre de mis hijos hizo la dirección de obra y yo la decoración", suma la dueña de casa. En octubre de 2010 llegaron a instalarse a este lugar, que se transforma en una extensión de la composición de escena que logra la fotógrafa con su trabajo.
"La decoración es de tipo industrial, bastante ecléctica y más que nada está basada en un estilo de vida familiar; todo es amplio, fuerte y fácil de limpiar. Muchos muebles los mandé a hacer, otros vinieron de la vivienda anterior y muchas otras son cosas que amigos nos fueron dando porque ellos ya no las querían, por pura generosidad", cuenta la dueña de casa.
La pauta general, el guión de toda esta historia, es lo visual. Son los colores que se combinan o se contraponen, los volúmenes que ceden espacio y una idea superclara de composición, lo que al fin y al cabo determinó qué objeto iría en cada lugar. Para entrenar el ojo, la dueña miró cientos de revistas y blogs de decoración por años para ir tomando lo que le parecía y editando lo que no, "por momentos me asustaba, perdía el rumbo, sentía que no me salía lo que quería y entonces paraba; en realidad todavía estoy decorando, por lo que el ritmo es bastante lento", suma la fotógrafa.
"La habitación de Chloé es un paréntesis en esta casa reformada del gran Buenos Aires. Más rosa, más romántica y 'antigua', si se compara con el resto. Por ejemplo, si se habla de texturas son los tejidos típicos del norte de Argentina los que predomina, también algunas piezas de Perú y aguayos chilenos, que me encantan; también tengo pensado comprar unos cueros de oveja para tirar en las sillas de los escritorios", dice la dueña.
Y pensó la decoración según el uso que tienen los espacios, los mismos que siguen las necesidades de quienes lo habitan, no todo perfecto, no todo quirúrgico, al contrario, una decoración real, aterrizada. "Para mí los espacios tienen que ser vivibles, los sillones tienen que resistir a chicos, tener mantitas para taparse, tiene que haber objetos encontrados en viajes, en mercados de pulgas, cosas heredadas, dibujos de los niños y libros. La decoración tiene que tener significado para los que viven ahí, nunca pensarse para impresionar a las visitas", dice ella.
"Le doy muchísima importancia al color, necesito toques de rojo para sentirme cómoda, algo de verde y algún toque de amarillo. Tengo rojo en el living y en el comedor, una bañera antigua pintada de verde y estoy buscando una lámpara amarilla", comenta la fotógrafa.
Por ahí, como dicen al otro lado de la cordillera, en toda familia argentina hay algo de italiano, ese amor por la reunión familiar, por el mate en la tarde con medialunas o galletitas; de eso esta familia tiene todo, aquello de vivir la casa, de disfrutarla hasta decir basta. "Estoy muchísimo tiempo acá, me gusta leer, ahora estoy leyendo La Guerra y la Paz, me gusta desayunar en la cocina viendo blogs, hacer fotos y charlar con mis chicos. Me gustaría cocinar más, realmente no sé, se me da bien eso, y pronto voy a empezar a hacer el jardín", dice.
Defíneme tu casa, le pedimos, y aquí viene lo mejor: "Mi casa es un lugar para ser feliz, para conectarse con la parte creativa, para ser uno mismo".
Inspiración
Que cada rincón tenga un espíritu simple, de eso se trata aquí la felicidad.
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