Su ilustración ha estado, por lo general, vinculada al mundo de la moda. Formada entre Barcelona, Central Saint Martins en Londres y Río de Janeiro, por ahora aún en capital catalana, desde donde funciona para grandes marcas, publicaciones y agencias de todas partes del mundo. Y ya es oficial: a mediados de este año llega a Chile, viene a hacer un magíster en comunicación estratégica y branding impartido por la Universidad Mayor. “Cuando estuve en Brasil conocí a Roberto Eskenazi, quien dirige este máster que se da en Argentina y Chile. Hace varios años que quería quedar hasta que pasó, y te admiten solo por currículum”, cuenta.

Lara viene de un pueblo pequeño a tres horas de Barcelona, sin ningún contacto con el mundo del diseño. En su vida todo se ha ido dando por casualidad. “Conocí a una chica que me habló de diseño de moda cuando yo ya no quería estudiar, me iba a poner a trabajar. Y dije: voy a probar. Me vine a Barcelona, me gustó mucho pero al no tener ningún contacto previo con nada que estuviera cercano a la creatividad decidí irme a Londres para saber de verdad de qué iba todo esto. Ahí entré a St. Martins, donde estuve casi un año”, dice. En ese entonces solo tenía 17 años. Hoy, diez años después, su trabajo se ha vinculado a grandes marcas y editoriales como Hermès, Marie Claire Magazine, Glamour Magazine, Cartier, Carolina Herrera, Heineken, Red Magazine de Reino Unido, Ohlalá Magazine de Argentina, Yorokobu Magazine, Editorial Planeta, The Wallery, Coordonné, Safiya Shanghai, IFC Luxury Mall Shanghai, por nombrar algunos.

El despegue

Cuando Lara regresó de Londres a Barcelona para terminar la carrera se le abrió la oportunidad de hacer un Erasmus en Latinoamérica donde podía optar entre México, Argentina, Uruguay y Brasil.  Eligió Brasil para aprender un idioma. “Fue ahí donde empecé a dibujar, antes no lo había hecho nunca. Mi trabajo es una carta de amor a la naturaleza y a Latinoamérica, porque es algo que desde pequeña no tuve por qué verlo. Donde nací es un desierto y desde pequeña venía a Latinoamérica con mis padres y le tengo un cariño superespecial”, cuenta.

Su trabajo se remite a lo básico, a toda la cultura de lo tropical, se nutre de los autores y artistas de esta parte del planeta y habla desde lo salvaje con libertad, feminidad y romanticismo. En Brasil aprendió la técnica a mano y otras antiguas, más ancestrales como grabado en madera. “Entre todos los ilustradores que hay en Barcelona siempre me etiquetan como la más tropical y latina”, afirma.

La consagración

Cuando volvió de Brasil a Barcelona hace tres años decidió comenzar a dibujar cosas de moda porque era el mundo que ella conocía, y comenzó a mandar su trabajo a revistas. “Mandé mails y mi primer cliente fue Marie Claire. Después hice varias cosas para Vouge en Japón y luego a través de la web me iban contactando. Hermès me contactó porque tenían un evento en Barcelona y querían alguien de aquí con estilo mediterráneo, con colores del mar, turquesas, que respirara muy fresco; la verdad es que me querían a mí y yo no lo podía hacer porque tenía que hacer otra cosa pero ellos me dijeron que solo me querían a mí”, cuenta.

De origen rural, vida cosmopolita y espíritu inquieto, Lara acaba de sacar una colección de zapatillas con Catalina Estrada para la marca catalana Arrels. En breve va a China para hacer una instalación en Shanghái, está trabajando con Prada y con varias marcas catalanas. También está en proyectos musicales, editoriales. “Quiero explicar este universo que es un tributo a la natura y lo que somos en esencia, y llevarlo a otros campos que no sea solo el dibujo, para así poder colaborar con marcas u organizaciones que me permitan contarlo de muchas formas diferentes”, concluye. d