Se esperaba más de este partido. Por algo, en el papel, se enfrentan los dos mejores equipos del Torneo de Clausura. Sin embargo, Cobreloa y Universidad de Chile no cumplieron con su parte del trato y quedaron con una deuda gran cumplidos los primeros 90 minutos de la definición por el torneo.

En esta ocasión primeron los conceptos defensivos del juego. Y en ese contexto, el mayor damnificado fue la "U", puesto que no mostró la intensidad de otras jornadas. Eso sí, el equipo lamentó la ausencia de su gran figura: Eduardo Vargas. Para ser justos, en todo caso, en Cobreloa no jugó Hugo Lusardi, el conductor del equipo.

Las líneas de Acosta
Nelson Acosta es veterano en estas lides y lo demostró hoy en Calama. El DT cambió su esquema habitual y optó por dos líneas de cuatro bien marcadas. ¿Su objetivo? Anular el juego por las bandas del cuadro estudiantil. De acuerdo a lo que se vio en la cancha, la idea del calvo entrenador resultó casi a la perfección. Ni Mena por la izquierda ni Rodríguez por la derecha (en el segundo tiempo Magalhaes ocupó la posición) pesaron por sus orillas. Arriba, en tanto, Castro se vio impreciso y poco claro ante la marca de los marcadores loínos. La apuesta, sin embargo, le costó a Cobreloa tener poca presencia en área rival.

El desgaste azul
Muchos dicen que la "U" está llegando con las últimas gotas del estanque a esta definición. Ya en la semifinal ante Universidad Católica (especialmente en la revancha) sufrió este problema. Y es que el desgaste de una campaña excepcional, llena de logros a nivel loca e internacional, parece que le están pasando la cuenta al cuadro laico. La intensidad se ve poco, sólo a chispazos. Y jugadores clave, Aránguiz, Díaz y Mena no mostraron el mismo desdoblamiento de otro duelos. Para que la "U" funcione, el equipo tiene que hacer un derroche físico importante. De cara a la revancha del jueves, este aspecto debe preocupar al técnico Jorge Sampaoli.

Falta de resolución
Pese a que no fueron muchas las llegadas, Cobreloa al final fue quien tuvo las más claras. Sin embargo, la falta de claridad para definir estas situaciones le pesó a los dirigidos de Acosta. El técnico, quizás, debió ser un poco más osado en los minutos finales, cuando los dueños de casa veían mejor físicamente que su rival. Pero el DT prefirió no alterar su esquema y así aguantó el resultado, a la espera de lo que pase este jueves en el Nacional.