"Estoy de vuelta en este mundo", dice Gonzalo Cienfuegos sobre la intoxicación que le impidió asistir este martes a la inauguración de su exposición Codex Sao Paulo, la colección de dibujos que hizo hace 33 años y que se exhibe por primera vez en la Galería Animal.

El reconocido pintor nacional, uno de los nombres más internacionales del arte local, ha estado más activo que nunca en el último tiempo. El año pasado exhibió su trabajo inspirado en Las Meninas de Velázquez, y antes de eso, su exitosa muestra en la Sala Gasco. Curiosamente, se trata de obras realizadas hace bastantes años por el pintor, igual que la serie de dibujos de Códex Sao Paulo.

"Me llama la atención esta exposición", explica el pintor. "Las otras también eran de obras del pasado, y esto se da justo ahora que estoy al borde de decorar el oriente eterno", bromea sobre su incidente gástrico. "Pero la verdad es que no hay expectativas especiales, sólo miro para adelante. Lo que sí es que me sirve para revisar mis estrategias en el encuentro con mis dibujos y la forma de poder rescatarlos desde el presente", explica. Aunque aclara que  las obras y el inevitable paso del tiempo mantienen una relación con él que inevitablemente se deteriora: "A los hijos se les tiene cariño pero se va diluyendo con el tiempo".

Códex Sao Paulo tiene una originalísima historia que parte en 1976, cuando un coleccionista brasileño que conocía muy bien su trabajo (Cienfuegos había expuesto con éxito en Río de Janeiro y la ciudad paulista) le encargó una serie de dibujos pagándole la mitad por adelantado. Al regresar a Santiago, trabajó un par de meses y envió las 20 obras tan rápido, que ni siquiera quedó un registro de ellas.

Así, la premura conspiró para que no quedaran almacenadas en su memoria. "No me acordaba de nada, las diapositivas salieron todas malas,  y como no supe más de ellas, me olvidé por completo", cuenta.

Hasta el año pasado, en que el mismo comprador lo contactó a través de su página web, diciéndole que quería hacer algo con la colección, y no venderlas de una en una. Cienfuegos reenvió el asunto a Tomas Andreu (de la galería Animal), quien viajó a verlas e hizo la negociación con el hijo del coleccionista. "Me dijo que había que mostrarlo", recuerda.
 
"Es curioso", reflexiona Cienfuegos, "Las cosas empiezan a dar la vuelta con el tiempo y ahora me he encontrado con personas que tienen obras mías y no tenía idea", explica.

Una de las cosas que le llaman la atención al pintor es la temática de los dibujos. Audefinido como un artista alejado del planfleto político, encontró en estas lejanas obras su respuesta al convulsionado momento de la historia chilena. "Yo tenía 26 o 27 años y se estaba viviendo un momento bastante convulsionado, y eso me afectaba. Estaba conectado con el drama más que con la comedia, entonces fue un proceso catártico, donde exterioricé esto usando el lápiz como un cuchillo abriendo", describe.

En sus palabras, su objetivo, más que mostrar a Pinochet torturando chilenos, era "responder desde una emoción".

El Códex de Sao Paulo
Desde el 11 de marzo al 9 de abril
Galería Animal
Alonso de Córdova 3105, Vitacura