El 17 de abril de 2006 comenzó parte de una historia que hoy está llegando a su fin. La Corte de Apelaciones otorgó la libertad a Rafael Maureira Trujillo, tras casi cuatro años de prisión, pero ese momento fue aprovechado por el pederasta para fugarse del país.

Sin embargo, y llegando a lo insólito, su abogado Gustavo Menares, solicitó formalmente a la titular del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, Graciela Gómez, decretar como medida cautelar la castración química de Maureira, procesado como autor de abusos sexuales a menores de edad. La petición finalmente fue rechaza por la jueza.

"Zacarach" fue procesado el 16 de marzo pasado como autor de violación de un menor de nueve años en la localidad de Cartagena, hecho ocurrido en mayo de 2001. La víctima es uno de los dos niños que se encontraban en Isla Negra con Maureira cuando éste fue detenido, en mayo de 2002.

Ya en libertad, era inminente el conocimiento de otra condena a 20 años de presidio que le impondría la jueza del Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago, Olga Quijada, por los delitos de abuso de menores, producción de material pornográfico y asociación ilícta, pero, mientras se encontraba en libertad condicional, huyó del país antes de ser notificado.

Tras ser ubicado y detenido en Brasil el 21 de junio de 2007, el líder de la desbaratada red pederasta Paidos fue recluido en la prisión de la localidad de Campo Grande, a la espera de los trámites entre ambos gobiernos, para lograr su proceso de extradición.

Fue así como la semana pasada terminó el último trámite de extradición, figura que hoy tendrá punto final al ser "Zacarach" notificado en la Corte Suprema, pasando así al Cuarto Juzgado del Crimen y finalmente a su celda en la Cárcel de Alta Seguridad, arrastrando al menos 15 delitos sexuales que van desde la violación al uso de menores para producir material pornográfico.