Uno de los mayores contrastes que se establecían en los disputados duelos entre el Barcelona de Pep Guardiola y el Real Madrid de José Mourinho, era el casi perfecto comportamiento en actitud y declaraciones del elenco catalán frente al estilo de "Mou". Hoy, ninguno de los dos técnicos sigue, pero la postura de correción continúa como un sello para el elenco de la ciudad condal. Por eso, los problemas relacionados con las contrataciones han golpeado duro a su imagen,.

El último conflicto llegó desde la FIFA con una sanción, a la que apelará, que prohíbe fichajes al club azulgrana durante los dos próximos períodos de traspasos (hasta junio de 2015) por malas prácticas en la contratación de jugadores menores de edad.

Los problemas legales no son algo nuevo en el Camp Nou. Y a la directiva del Barcelona le costará justificar tanto desatino. Desde el oscuro fichaje de Neymar, hasta los rumores sobre la marcha de Lionel Messi pasando por la dimisión del presidente Sandro Rosell, la temporada fue de todo menos placentera para el club catalán.

Desde julio del año pasado, Gerardo Martino lidia con problemas y la batalla parece haberlo agotado hasta tal punto que su continuidad al frente del Barcelona es una incógnita.

Difícilmente podía imaginar Martino que, nueve meses después, el club en el que soñaba trabajar habría cambiado de presidente porque el que o contrató, Rosell, abandonaría su puesto. Afectado por problemas judiciales en Brasil y por su opaca postura respecto a los Boixos Nois, Rosell dimitió inesperadamente en enero con la sombra de supuestas irregularidades fiscales en la contratación de Neymar. 

El brasileño, el fichaje estrella de la temporada, le ha dado 15 goles al equipo, pero también muchos problemas a la institución, empeñada desde hace tiempo en demostrar que siempre cumplió la norma y que todo el revuelo es producto de una mala comunicación. 

Algo similar arguye la directiva azulgrana para explicar los enfados de Messi, futbolista estrella del equipo que aún espera una mejora de su contrato.