Mujer piloto supera barrera del sonido en un F-5
Karina Miranda, la primera mujer en graduarse de piloto de guerra, rompió la barrera del sonido en dos oportunidades mientras entrenaba en Punta Arenas.

Fue a fines de abril, en una de sus clases en Punta Arenas. La piloto de combate de 28 años, Karina Miranda, se subió a su avión F-5, y despegó. En ese vuelo, cuando estaba por sobre los 20 mil pies de altura, se convirtió en la primera mujer en el país en superar la barrera del sonido.
Según la teniente de la Fach, "en ese momento no se siente nada físico, pero uno mira el velocímetro del avión, por decirle de alguna manera, y dice "en realidad voy muy rápido".
La oficial, una de las cuatro alumnas del Grupo de Aviación número 12 de la Fuerza Aérea, añade que "es una experiencia nueva, porque nunca había tenido la oportunidad de volar a esa velocidad y por eso estoy contenta".
La hazaña de la piloto ocurre 40 años después de que un aviador de la Fuerza Aérea de Chile rompiera la barrera del sonido, en los años 70.
PRIMERA LÍNEA
El comandante Sergio Romero, encargado del grupo de la teniente Miranda, y quien conoció a la uniformada cuando ella era cadete, cuenta que es la primera mujer en pilotar un F-5, que junto a los F-16 son los de "primera línea". Para llegar a controlar ese tipo de naves, el comandante asegura que se necesitan muchas horas de entrenamiento, "y la teniente Miranda tiene años de experiencia".
Según cuenta la mujer, que nació en Puerto Montt y estudió en el Liceo de Niñas de esa ciudad, este tipo de vuelos se hace alejado de las ciudades, "para que cuando uno rompa la barrera del sonido, no haya problemas ni inconvenientes".
Romero agrega que los pilotos usan trajes especiales para este tipo de entrenamientos. Uno de ellos es un traje antifuerza de gravedad, el cual impide que los aviadores pierdan la conciencia al estar expuestos ante altas resistencias.
Esta no es la única hazaña de la piloto. Antes de llegar a Punta Arenas, Miranda fue, en 2005, la primera piloto de guerra de la Fach, institución a la que postuló cuando tenía 17 años, y quedó aceptada tras diversos exámenes.
Karina Miranda cuenta que "siempre me gustaron los aviones", y cuando tenía 10 años le pidió a su abuelo acompañarlo en uno de sus viajes de trabajo. "Ahí, al estar arriba, quedé enganchada".
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