El debate sobre violencia escolar no termina con el proyecto "Aula Segura"



La discusión sobre violencia en las escuelas no termina con la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley "Aula Segura", por el contrario, abre nuevas aristas de estudio y es el puntapié inicial para continuar el debate legislativo ya que el proyecto, como hemos advertido, no logrará resolver el problema.

Si bien esta herramienta podría disminuir en algo la expresión más álgida de la violencia escolar, su impacto potencial no es a largo plazo. Si no existe un trabajo integral con los temas de fondo la violencia escolar surgirá una y otra vez. Como comunidad científica educacional lo sabemos ya que lo hemos estudiado; sin embargo, lamentablemente aún persiste una brecha entre la ciencia y la política pública. Es decir, la investigación en violencia escolar no está permeando a quienes construyen las leyes en educación. Por lo tanto, las prácticas educativas, los resultados de la investigación y las recomendaciones derivadas de ellos no están siendo considerados en la toma de decisiones que impactan en la construcción de las políticas educativas del país.

El proyecto de ley Aula Segura, incluso modificado, abre la puerta a consecuencias no previstas que pueden aumentar la violencia en todos los estamentos de la comunidad escolar. Si bien la ley no es explícita en ello, sus interpretaciones relacionadas con implementar medidas de "tolerancia cero"  o "mano dura" pueden permitir, por ejemplo, que fuerzas especiales repriman la violencia en los establecimientos educativos, como fue el caso denunciado por docentes y funcionarios del Liceo Darío Salas.

La comunidad científica –en su rol de dar respuesta a los desafíos y de contribución al desarrollo de la sociedad– permanecerá atenta y continuará haciendo investigación de seguimiento en las aulas y de esta iniciativa legislativa en particular. La discusión de violencia escolar está lejos de terminar, por el contrario, ya existen al menos cinco proyectos de ley en discusión que buscan ser aprobados y que están asociados a temáticas relacionadas con violencia en contextos escolares, como es el ciberbullying.

No se necesitan más leyes sobre violencia escolar, lo que se requiere son más recursos y más formación. La formación inicial docente, la formación continua a docentes y la capacitación a asistentes de la educación fue enfatizada por los investigadores, representantes de los profesores y de los asistentes de educación que participaron en el debate legislativo del proyecto de ley "Aula Segura". En ese sentido, resulta de interés la labor liderada por el Ministerio de Educación con instrumentos como los bot para enfrentar el ciberacoso en redes sociales en un contexto en el que, según datos de la Superintentencia de Educación, entre 2017 y 2018 las denuncias por el ciberacoso han aumentado en un 63%. Este tipo de herramientas son las que necesitan los propios estudiantes, sus apoderados, los profesores y los directores.

Por lo tanto, sobre la temática de violencia escolar apremia continuar no solo debatiendo, sino mejorando y aumentando los recursos pedagógicos y económicos para la prevención de la violencia escolar y la promoción de la convivencia escolar. La violencia no puede ser abordada desde la represión y la expulsión, pues éstas generan más violencia. Por el contrario, requiere urgentemente de políticas de convivencia escolar que otorguen los suficientes recursos y apoyos para las comunidades escolares. En este contexto, la comunidad científica –sobre la base de evidencia emanada de trabajo realizado en y con las escuelas– tiene mucho que aportar y busca ser considerada en la toma de decisiones.

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