Opinión

No hubo avalancha

16 Noviembre 2025 Gente Votacion Elecciones Presidenciales en la Estacion Mapocho Foto: Andrés Pérez Andres Perez

Al final, los pronósticos catastrofistas que anticipaban una avalancha de la derecha en el Congreso no se cumplieron. El progresismo resistió -aunque con daños relevantes- en ambas cámaras. La decisión de ir en una lista única, funcionó: levantó un muro de contención frente a una derecha que llegaba a la elección con un ánimo muy favorable en la opinión pública, pero que también terminó frenada por sus propias disputas internas.

La derecha no logró los 4/7 para modificar la institucionalidad a su antojo, que era la amenaza más importante y eso debe ser una lección que quede para lo que haya que construir para el futuro. Al final de cuentas, el oficialismo quedó con 64 diputados, perdiendo 5 escaños respecto al 2021 y en el Senado las cosas están empatadas. Partidos que se pensaba que podían desaparecer como el PPD, la DC y el PL demostraron que siguen bastante vivos, incluso fortalecidos. Asimismo, el FA y el PC resistieron dignamente y algo más ganaron en el Senado. Pero al panorama de contención se suma el factor imprevisto de esta elección con Parisi y el Partido de la Gente.

Fuera de todo pronóstico, Parisi y su partido alcanzaron un 19,7% de votos en presidenciales y 14 diputados, 8 escaños más que en 2021. Ello podría convertirlos en una bisagra - o más bien un partido con mucho poder de “chantaje” legislativo- si logran mantener unida a su bancada y evitar que se diluyan en otros partidos como ocurrió anteriormente. Con todo, la relación con el PDG se anuncia compleja ya que es probable que jueguen a ser el centro de la atención y una piedra en el zapato para el nuevo gobierno: “ahora los tengo a todos a mis pies”, dijo en una entrevista la reelecta diputada insignia del PDG Pamela Jiles, dejando entrever con su particular estilo lo dura que se viene la negociación con ellos (o ella).

Jeannette Jara enfrenta un panorama prácticamente imposible para la segunda vuelta. Aunque su comando intenta presentar el 27% obtenido como un resultado dentro de lo esperado, no alcanzar el piso mínimo equivalente al apoyo del gobierno es, en la práctica, una derrota anticipada. Incluso si lograra captar el 100% de los votos de Parisi, necesitaría además una parte de los votos de Matthei y de los blancos o nulos. Confiar en milagros nunca es una buena estrategia en política, pero rendirse de antemano tampoco es digno ni inteligente.

Apelar a los votantes de Parisi tiene no tanto una utilidad electoral inmediata como la de construir un camino para los próximos años. Es la coalición de Jara quien deberá esforzarse mucho más por la moderación y atraer a ese votante de clase media desprotegida y desencantado. Al igual que sus diputados, el PDG no tiene muchos votantes fieles y es más una reacción que un deseo.

Si el oficialismo empeña sus esfuerzos en ese grupo de manera sincera y no impostada, tal vez puede dar una pelea de segunda vuelta épica y descubrir que en un discurso hacia la clase media hay un potencial poco explorado y que tiene mucho mayor proyección especialmente para partidos con historia, experiencia y resiliencia acumulada. Como decía Bernstein: el movimiento lo es todo. Y hoy, más que nunca, el progresismo necesita volver a moverse.

Por Daniel Grimaldi, director ejecutivo de Fundación Chile21

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