Por Andrés GómezEugenio Tironi: “Ahora Jeannette Jara debería mostrarse como la persona que interpreta la demanda de la clase media emergente”
El sociólogo, y uno de los diseñadores intelectuales de la Franja del No en 1988, analiza los resultados de la primera vuelta y las posibilidades de la candidata del oficialismo de cara al balotaje. Reconoce que su desempeño electoral fue bajo. Y aunque admite que la competencia para ella se ve "muy difícil", cree que tiene que "ir por el voto de Parisi".

Habitualmente, los candidatos presidenciales de la izquierda solían moderar su discurso y moverse hacia el centro de cara a la segunda vuelta. Así ocurrió, por ejemplo, con el Presidente Ricardo Lagos y con Gabriel Boric. Y de cierto modo ese era el diseño que estaba desarrollando Jeannette Jara. Pero los resultados de ayer tal vez la lleven a ajustar su estrategia. Así al menos lo piensa el sociólogo Eugenio Tironi, uno de los diseñadores intelectuales de la Franja del No en 1988.
-En lugar de competir por el voto de Matthei, como se pensaba, va a tener que ir por el voto de Parisi, un voto de opción populista de regiones- dice.
Ensayista y ex MAPU, Tironi subraya que la gran sorpresa que dejó la primera vuelta fue la votación de Franco Parisi y el desplome de Evelyn Matthei.
-Desde Santiago veíamos a Johannes Kaiser y especulábamos con el renacimiento del autoritarismo pinochetista y lo que tenemos es el renacimiento del viejo populismo regionalista.
Con el 26,8% de los votos, la candidata de la izquierda y la centroizquierda estuvo por debajo de los resultados esperados. Con ese nivel de adhesión, la competencia de segunda vuelta se vuelve absolutamente cuesta arriba. Pero Eugenio Tironi prefiere ver el vaso medio lleno:
-No, no fue un buen resultado, está en el piso o un poco más abajo de lo que se esperaba. Ahora no es tan mal resultado con Parisi de tercero, peor habría sido con Kaiser.
¿Puede leerse como un voto de castigo para el gobierno?
Ese tipo de proyecciones yo no las comparto, es como decir, si la derecha hubiera hecho primarias, habría ganado en primera vuelta. Son especulaciones; no es eso lo que estaba en la papeleta. Cada uno tiene sus motivos para votar.
Pero ciertamente fue un mal resultado.
Yo creo que para ser el peor gobierno de la historia, como se dijo, lograr un 26% o 27% no es tan malo. No hay que olvidar que Jeannette Jara es una candidata que sale de las costillas del gobierno.
¿Cómo ve sus posibilidades para la segunda vuelta?
Es muy difícil, porque la distancia con Kast es bajísima, y este tiene el empujón que le dan Matthei y Kaiser. Pero al ser Parisi la tercera fuerza, le da a Jara la posibilidad de ser competitiva. Si hubiera sido Kaiser el tercero, su capacidad competitiva sería menor. Ahora, un triunfo sería casi milagroso, pero puede competir.
Daniel Mansuy dio a entender que, con los números que lograron los candidatos de la derecha, la elección de segunda vuelta no va a tener mucha emoción, estaría prácticamente resuelta.
No estoy seguro. Habrá que esperar las encuestas de las próximas dos semanas para saber si va a ser tan aburrida o va a ser un poco más entretenida. Lo que sí es un hecho es que Jeannette Jara va a tener que repensar su estrategia. Y en lugar de competir por el voto de Matthei, va a tener que ir por el voto de Parisi, un voto de opción populista de regiones. En lugar del recentramiento clásico, como pasó en la segunda vuelta con Boric o también con Lagos, que lo que busca es dar confianza al establishment más conservador, la cuestión es que debería mostrarse como la persona que interpreta y corporiza la demanda de la clase media emergente, la demanda por bienes materiales, movilidad social, apoyo del Estado. Debe dirigirse a esa clase media emergente y llegar a regiones con sus parlamentarios más exitosos.
La “niña matea”
Para Tironi, uno de los atributos de Jeannette Jara es que volvió a conectar a la izquierda con los sectores populares: “El mundo popular se identifica con ella”, dice.
En su lectura, Jeannette Jara apareció en el mapa político como una figura improbable: una líder comunista sin retórica maximalista, exministra del Trabajo convertida en candidata presidencial sin provenir de la élite política. Su irrupción incomodó al Partido Comunista, sorprendió a la centroizquierda tradicional y llevó al Frente Amplio a reconocer que el liderazgo más competitivo del oficialismo no salía de sus filas.
De cara al balotaje, dice el sociólogo, ella ya había comenzado a trabajar en “mostrarse muy moderada, en marcar diferencias con el PC sin complejos, en anunciar un posible congelamiento de su militancia, en mostrar quiebres con el estilo y medidas de este gobierno”.
En este sentido, el sociólogo subraya que “Jeannette Jara es un arquetipo distinto al Presidente: si él era el niño rebelde del curso, ella es la niña matea, o la inspectora. Con ella vuelven las corbatas, el sentido del orden y la autoridad. Tiene el sello de su familia, muy meritocrática, y el sello comunista, que no es precisamente el reino de la libertad hippie”.
En la forma en que se ha distanciado de la dirigencia del PC, ¿Jeannette Jara representa una renovación comunista?
Ella marca un quiebre. Tanto si es elegida presidenta como si no es elegida, Jeannette Jara va a tener que hacerse cargo de ese quiebre. Si no, sería de un oportunismo que aniquilaría su vida política futura. Y ella, en la manera como se ha planteado respecto de los derechos humanos, a Venezuela y a Cuba, respecto a la economía de mercado, a la empresa privada, respecto a la seguridad particularmente, marca un quiebre.

¿Cómo ha visto la relación del PC con ella? En un momento ella acusó falta de fraternidad.
Al principio, el Partido Comunista chileno no se la creía mucho. Se dieron cuenta de que había nacido una estrella bajo su sombra; una estrella que era más boricista que comunista. Pero pensaron que podían sacar partido para la elección parlamentaria, para su imagen pública. Pero esta estrella fue creciendo. Y creo que la directiva del Partido Comunista se ha venido enamorando de la idea de que gane, y ya no le ha puesto los obstáculos que le puso al principio. Yo diría que no es que se va a producir: ya se produjo un cambio sustancial en el Partido Comunista chileno, particularmente en su retórica, porque en su ejercicio nunca había sido tan disruptivo.
El legado de Boric
Quedan tres meses de gobierno de Gabriel Boric, ¿cómo evalúa su legado?
Yo creo que no es el legado que él esperaba. Él esperaba sepultar el neoliberalismo y probablemente una nueva Constitución muy refundadora. Y ha tenido que resignarse a cumplir el papel que la historia le otorgó. Y ese papel ha sido el de pilotear un aterrizaje suave de Chile hacia una nueva normalidad, donde ya no hay grandes sueños de ninguna especie —ni por el lado de la izquierda ni por el lado de la derecha—, donde el entorno internacional se ve sumamente inestable y amenazante, a diferencia de lo que fue en los años 90, cuando tuvimos viento a favor.
Así como Aylwin tiene a su favor haber pacificado al país —hay que recordar que estuvo puesto a prueba por las dos rebeliones que encabezó Pinochet—, Boric tiene a su favor el haber pacificado al país desde el punto de vista de la violencia callejera, del desborde de las instituciones, desde el punto de vista de tener fronteras desbocadas, de una inmigración incontrolable, y que nos permite tener estas elecciones que parecen estar realizándose en Escandinavia; o sea, de un grado de civilidad extraordinaria.
Así como de pronto la derecha hizo propia la causa de los derechos humanos, la izquierda ha hecho propia la causa de la seguridad ciudadana sin complejos
Eugenio Tironi destaca también los logros del gobierno en materia de pensiones, en el manejo económico del exministro Mario Marcel, en el acuerdo del royalty minero, en la agenda legislativa que impulsó Carolina Tohá. Pero releva sobre todo un aspecto:
-Con Boric, la izquierda hizo suya la causa de la seguridad de las personas y la causa del combate a la criminalidad. Antes parecía que la criminalidad era la consecuencia de las desigualdades estructurales y, por tanto, una señal de rebeldía que había que comprender o incluso respaldar antes que combatir. Esa cuestión se acabó. Y si el Partido Comunista tuvo algunos reproches o quejas, se acabaron. Lo mismo en el Frente Amplio. Y ese, desde el punto de vista de la estabilidad de Chile, es un logro extraordinario. Así como de pronto la derecha hizo propia la causa de los derechos humanos, la izquierda ha hecho propia la causa de la seguridad ciudadana sin complejos.

¿Cómo impactan este legado los casos Convenios y Monsalve?
Yo creo que el caso más grave de todo es el de Monsalve. Dejó sin conducta al gobierno. Boric pensó que tenía que poner el pecho a las balas y que eso podía detener una hemorragia. Y no fue así. Más bien incrementó el nivel del escándalo. Pero yo creo que en estos tiempos en que nos movemos en el mundo, de escándalo en escándalo, de catástrofe en catástrofe, con tal rapidez, estos dos hechos nublan muchísimo la visión que se da de este gobierno, pero no la empañan por completo. La mejor prueba de eso es el grado de adhesión que todavía consigue.
Tironi retoma las analogías para resaltar otro logro: “Así como Aylwin dejó el gobierno con una coalición armada, en ese caso bastante consolidada, Boric deja el gobierno con una coalición que ya la quisiera la derecha. Con cuánta envidia se le debe ver desde la vereda contraria”.
¿Aun cuando Jeannette Jara ha criticado y se ha alejado del gobierno?
Es obvio y natural que tiene que hacerlo. Frei se alejó de Aylwin, Lagos se alejó de Frei, Bachelet se alejó de Lagos.
Ella insiste en que no es la continuidad. ¿Está renegando del gobierno?
Ella emerge como candidata desde las costillas del gobierno, incluso más que Carolina Tohá. Ella no era nadie hasta que Boric la nombra ministra del Trabajo, y hasta que Boric le da un papel protagónico en la reforma de pensiones, y encuentra en Mario Marcel a un socio. Jamás había ocurrido en la historia, desde los años 90, que un ministro de Hacienda le dejara protagonismo a un ministro del Trabajo en esta materia. Ella es hija del gobierno y es deber de los padres dejarles espacio de rebeldía a los hijos.

¿Y Boric le ha permitido el espacio? Él ha salido a intervenir y ha provocado molestia en su entorno.
Sí, pero ha intervenido menos de lo que le indica su instinto. Hay algo que tiene que ver con la defensa del gobierno y también con la defensa de ciertos principios, aquellos sobre los cuales él se para: el rol del Estado, la relación social, el cuidado de los más vulnerables. Francamente, creo que es un exceso de sensibilidad pensar que Boric opaca a Jara. Yo creo que está claro que hoy día no la opaca. Ella tiene su propia personalidad y tiene su propio posicionamiento.
¿Los errores y los desaciertos del gobierno son responsables del auge de la ultraderecha?
Sí, pero todo el espectro se ha movido a la derecha. ¿Cuándo se había visto una candidata comunista, sino una candidata de centroizquierda, afirmando las cosas que afirma Jara? Jamás. Todo el cuadro se ha movido a la derecha.
Y lo que hace a Jara atractiva para ese mundo (popular) le cae muy mal a la clase media. Ñuñoa va a votar agarrándose el estómago por Jara.
El filósofo francés Didier Eribon afirma que en su país la izquierda es responsable del auge de la ultraderecha, porque se olvidó de las clases trabajadoras.
Yo creo que no podemos replicar el mismo fenómeno. ¿Sabes por qué? Gracias al Partido Comunista. El Partido Comunista chileno mantuvo un pie en el mundo popular, con los trabajadores, con los mineros. Y creo que la elección de Jara como candidata de la centroizquierda es un premio a esa persistencia del PC. Jara es un puente de reconexión de la izquierda con el mundo popular.
Y lo que hace a Jara atractiva para ese mundo le cae muy mal a la clase media. Ñuñoa va a votar agarrándose el estómago por Jara. Porque es la inspectora de colegio, la que si alguien llega con aro o con tatuaje lo va a echar para afuera. No le gusta la piscola. Pero el mundo popular se identifica con ella.
FA y Socialismo Democrático
Más allá del Presidente Boric, ¿ve liderazgos importantes en el Frente Amplio? Gonzalo Winter fue a primarias y sufrió una derrota estrepitosa.
Es que desde el momento en que Tomás Vodanovic cerró la puerta porque había sido reelegido alcalde, y creo que quiso ser reelegido porque quería cerrar esa puerta… Bueno, creo que fue muy sabio, porque es evidente que esta generación no estaba preparada para asumir el gobierno, y gran parte de su aprendizaje lo hizo sobre la marcha.

¿Esa convicción tiene, que no estaban preparados?
Sí. Y, por lo tanto, no les haría mal un tránsito por el desierto, digamos. Insertarse en la sociedad civil y conocer un poco lo que es el mundo de la empresa, el mercado de trabajo, donde hay que entregar el currículum y no depende de llamados, de militancia. Pero potencialmente esta generación tiene líderes importantes. No hay que olvidarse de Giorgio Jackson.
¿Giorgio Jackson tiene futuro político?
Sí, puede ser como una suerte de Girardi, con influencia importante, siempre con un pie afuera y otro adentro.
Esta generación tiene gran talento político, en el sentido de moverse en la lógica del poder, pero tiene poca vocación reflexiva
¿Esta generación ha hecho un aprendizaje siendo gobierno?
Sí, quienes han estado en el Ejecutivo no me cabe duda que sí. Ojalá este aprendizaje lo sistematicen, lo consoliden. Nosotros lo hicimos a través de un proceso desagradable, pero intelectualmente exigente, como fue la renovación socialista. Yo no veo que esta generación lo esté haciendo.
No ve autocrítica.
No. Más allá de cosas puntuales. Pero no se ve algo de fondo. Esa es mi gran crítica. Esta generación tiene gran talento político, en el sentido de moverse en la lógica del poder, pero tiene poca vocación reflexiva.
En este escenario, ¿cómo queda el Socialismo Democrático?
Yo creo que queda muy averiado. No se ve que tenga liderazgo ni fuerza como para encabezar esta nueva coalición que hoy día encabeza Jara. Todo hace presumir que se va a mantener: va a ser como la nueva UP, con la DC incluida. Creo que el Socialismo Democrático reverdece cuando está en el poder, pero fuera del poder, fuera de la sombra del poder, es una planta que no florece. Y ya no floreció.
¿Y tiene capacidad para reformularse, como lo hicieron ustedes?
Yo creo que eso va a pasar por algún tipo de convergencia con el Frente Amplio. Así como a nosotros, los MAPU, Izquierda Cristiana, muchos miristas, la renovación nos llevó a la convergencia con el Partido Socialista, yo creo que el mundo del Socialismo Democrático va a tener que converger con el Frente Amplio. Y someterse, por ende, a su liderazgo, que es el único liderazgo que va a estar vivo.
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