Ya hay pacientes recibiendo tercera dosis que aumentaría en 100 veces anticuerpos; crece evidencia en favor de vacunar embarazadas y llega AstraZeneca a Chile: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana

Muchos cexpertos habían predicho la posibilidad de un refuerzo a las dos dosis que muchas vacunas requieren, lo que ya comenzó a suceder.


Desde hace un tiempo que médicos, científicos y laboratorios han insinuado que el actual esquema de vacunación contra el coronavirus requerirá de una tercera dosis.

Uno de los primeros laboratorios que reconoció está posibilidad fue Pfizer. Las personas que han recibido nuestra vacuna “probablemente” necesitarán una tercera dosis en un plazo de seis meses a un año, y luego probablemente una inyección cada año, admitió el CEO del gigante farmacéutico estadounidense el pasado 15 de abril.

“Una hipótesis probable es que se necesite una tercera dosis, entre los seis y los 12 meses, y a partir de ahí habrá que volver a vacunar cada año, pero todo eso tiene que confirmarse”, dijo el director general de Pfizer, Albert Bourla, durante un evento realizado el jueves en EE.UU. llamado” CVS Health Live: Race to Vaccinate”, que más tarde fue publicado en un video en Facebook.

Fiel a este anuncio, Pfizer inició esta semana un estudio en EE.UU. dirigido a probar cómo responden los pacientes que ya han recibido una dos dosis con una tercera. Uno de estos pacientes es un hombre de Hawai, quien en un nota a un medio local de la isla, dijo que se unió al ensayo para ayudar a otros.

El hombre es Gary Lahens de Honolulu, quien participó en los ensayos de vacunas de la compañía para la seguridad de su familia y comunidad, dijo al medio al medio local de noticias KHON2.

“Hice este estudio al principio por mi madre y mis tías, todas tienen más de ochenta”, dijo Lahens al medio. “Creo que fue algo bueno para mí”, agregó el hombre.

El hombre de Hawái recibió sus dos primeras dosis de Pfizer en septiembre, meses antes de que el producto fuera presentado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, su sigla en inglés) y finalmente se le concedió la autorización de uso de emergencia. Ahora, meses después, en el estudio de refuerzo, Lahens recibió su tercera dosis, se sometió a pruebas de hisopo y se le tomaron muestras de sangre. Pfizer planea hacer un seguimiento de los participantes del estudio durante dos años.

“Quiero ayudar a la gente, por eso era policía antes, así que todavía permanece en parte de tu sangre”, dijo Lahens. “Siento que si funciona, nos ayuda a abrir Hawái, ayuda a mucha gente”, dijo Lahens.

Un médico involucrado en el lanzamiento de la vacuna en Kauai, le dijo al mismo medio que estaba interesado en ver los resultados de los estudios.

Se ha predicho que podríamos tener un aumento dramático en los anticuerpos después de la tercera inyección y estamos esperando ver un nivel de cientos de veces”, dijo Dr. Warren Sparks, especialista en medicina familiar. “Y eso podría ser algo bueno, podría reducir los casos de avance a un verdadero cero”.

El pasado 12 de abril, en una nota de Qué Pasa, el académico de la Universidad Católica y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, Alexis Kalergis y director del ensayo clínico con la vacuna de Sinovac que se realiza en el país, indica que el uso de una tercera o incluso una cuarta dosis de vacunas para reforzar la inmunidad es algo relativamente frecuente en la actualidad en otras vacunas, como es el caso de las vacunas contra el virus de la hepatitis B y la del neumococo. También recuerda que hay otros esquemas de vacuna que requieren inoculación cada año, “como ocurre en el caso de influenza, en respuesta a las nuevas cepas de virus que circulan”.

2. Crece evidencia en favor de vacunar embarazadas

En febrero y de acuerdo a la evidencia científica que se tenía en ese momento, el Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización (Cavei), organismo que asesora en esta materia del Ministerio de Salud, recomendó aplazar la vacunación general de las embarazadas hasta que haya evidencia disponible sobre seguridad y eficacia de vacunas Covid-19 en ese grupo y que provenga de los estudios clínicos de las vacunas autorizadas para uso en Chile.

Además, el organismo asesor pidió una estricta vigilancia sobre aquellas embarazadas que a esa fecha y por distintas circunstancias, se hubieran vacunado.

Sin embargo, desde entonces, diversos estudios han señalado que los beneficios superan con largeza los riesgos de vacunar a este grupo de mujeres.

Planteó que en el caso de “que los beneficios de la vacunación Covid-19 superen los riesgos de la inoculación, mujeres con más de tres meses de gestación podrían optar por recibir la vacuna Covid-19 inactivada CoronaVac, siempre que se suscriba un consentimiento informado que incluya información sobre la falta de evidencia en seguridad y eficacia” de esta vacuna en embarazadas.

Y precisamente, como desde entonces esta evidencia ha ido en aumento, distintas sociedades médicas y científicas han solicitado que el Minsal autorice la inoculación en embarazadas.

Por ejemplo, el Comité Consultivo de Inmunizaciones de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), publicó una actualización respecto de la conveniencia de vacunar a este grupo en situación de pandemia.

En este documento, plantean que “aunque la evidencia científica respecto a este tema aún es escasa, dada la situación sanitaria actual y los riesgos de la embarazada y su hijo al enfermar de Covid-19, se debe ofrecerse la vacunación voluntaria a toda embarazada a partir del 2do trimestre con vacuna RNAm (Pfizer)”.

A fines de marzo, un estudio publicado en el American Journal of Obstetrics and Gynecology, confirmó que las madres que han sido vacunadas están transmitiendo una preciosa inmunidad a sus recién nacidos. Se refería a un estudio realizado por un grupo de investigadores en Massachusetts en el que participaron 131 mujeres (embarazadas y en período de lactancia) que recibieron alguna de las dos vacunas de ARNm aprobadas: Pfizer / BioNTech y Moderna / NIH.

embarazo covid

Para la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia (Sochog), la segunda ola de la pandemia ha golpeado de manera diferente a las mujeres embarazadas y tal como hoy está afectando a la población más joven del país, estos especialistas han visto un incremento en el número de mujeres embarazadas que deben ser hospitalizadas a causa de Covid y que incluso deben ser intubadas para intentar superar sus problemas respiratorios, lo que acarrea más riesgo de parto prematuro y de muerte de estos bebés.

Según un estudio de esta sociedad, en la que se consultó en 28 maternidades (11 de la Región Metropolitana y 17 de regiones), se registraron 386 embarazadas positivas a Covid que tuvieron que ser hospitalizadas. El 30% de ellas (115) debieron ser ingresadas a UCI o UTI y de estas, 66 necesitaron ventilación asistida (cánula de alto flujo o intubación para ventilación mecánica).

A la luz de estos antecedentes, la Sochog, los ginecólogos y obstetras están por la vacunación de las mujeres embarazadas de acuerdo a la categoría de riesgo de cada una, es decir, embarazadas obesas, hipertensas, diabéticas o que tengan otra condición asociada que amerite un mayor riesgo frente al virus y que la vacunación pueda disminuir.

“Hemos enviado cartas a la autoridad sanitaria, hemos expuesto la situación al Cavei. Hoy existe evidencia y opinión de expertos internacionales que señalan que las vacunas son útiles en las mujeres embarazadas, aun cuando no se haya estudiado específicamente en ellas. Nunca se estudia a las mujeres embarazadas. Para todos los estudios clínico, el criterio siempre es excluir a niños y embarazadas. Cuando se demuestra que las vacunas son seguras en el resto de la población, se incorpora a las embarazadas”, explica Poblete.

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Mario Calvo, infectólogo de la Universidad Austral, reconoció en una nota a Qué Pasa que hoy, cuando ya hay más personas vacunadas y se conoce más acerca de ellas, existen también nuevos antecedentes respecto de cómo han funcionado en las embarazadas.

Según Calvo, en el actual debate hay tres posturas: la conservadora, que dice que es un fármaco nuevo y que por lo tanto no se puede utilizar en gestantes; los que dicen que sí se deben inocular porque el riesgo de no hacerlo y exponerlas a Covid es mayor que el de la vacuna; y los que dicen que hay que ver caso a caso y hablar con la paciente para que se decida con todos los antecedentes sobre la mesa y asumiendo ese riesgo. “Hoy día, como no conocemos los riesgos en relación a la seguridad de las vacunas en este grupo, las tres posturas son válidas”, dice Calvo.

“La pregunta es, ¿nos arriesgamos y vacunamos a las embarazadas o esperamos a que haya más información mientras se intenta que ellas no se contagien? Yo, en lo personal soy de la idea intermedia y realizar un cosentimiento informado con cada paciente”, reconoció el infectólogo.

Lorena Tapia, pediatra infectóloga e investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (ICBM), dijo en el mismo reportaje, que en el país ya se han vacunado mujeres que son trabajadoras de la salud, recientemente fueron madres y que están amamantando. “Ya existe consenso que en las madres que están amamando, habiendo explicado bien sobre las vacunas, las mujeres se pueden vacunar. Para las mujeres embarazadas no se ha liberado la indicación, porque no hay consenso absoluto y las autoridades están a la espera de más información”, indica.

Conscientes de los nuevos antecedentes y de la presión que están ejerciendo algunos especialistas, los miembros del Cavei no han dejado de revisar la materia y entregar nuevas recomendaciones. La próxima reunión se realizará el miércoles 28 de abril y se espera que para entonces se vuelva a discutir la posibilidad de uso de la vacuna contra Covid-19 en embarazadas, pero ahora con un nuevo pronunciamiento.

Desde el Ministerio de Salud señalaron que dentro de los próximos días, sostendrán una reunión con expertos para discutir sobre la vacunación contra Sars-CoV-2 en mujeres embarazadas.

Respecto a qué vacuna usar, desde la Sochog plantean que las vacunas inactivadas como la de Sinovac, son las mejores candidatas para vacunar a las embarazadas, junto a la de Pfizer.

En China y en Brasil se le administró Sinovac a algunas embarazadas sin inconvenientes, y en Estados Unidos, la farmacéutica Pfizer, ya las incorporó a un nuevo estudio.

La vacuna de Astrazeneca y Oxford, no es tan recomendable por el riesgo de coágulos que tendría, que aunque sea muy bajo, se sumaría al riesgo de hipercoagulabilidad que ya tiene el embarazo por sí mismo, explica Poblete.

3. Llegan primeras dosis de AstraZeneca a Chile

Finalmente y después de una larga espera, Chile recibió el esperado primer cargamento de dosis de las vacuna desarrollada por el laborarorio AstraZena y la U. de Oxford.

Sin embargo, y debido a los problemas que la vacuna ha presentado en algunos pacientes, como en Europa, donde la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) informó de una posible relación entre la vacuna y unos pocos casos de coagulación de la sangre registrados en adultos que habían recibido la inyección, la inoculación fue suspendida.

Por eso, el Instituto de Salud Pública (ISP), autorizó su uso en Chile, pero solo para hombres mayores de 18 años y en el caso de mujeres, solo para mayores de 55 años.

El país recibió 158.400 dosis las cuales se administrarán en su totalidad en primeras dosis. “Esta es una vacuna que tiene como segunda dosis un tiempo bastante prolongado, por lo que nos permite colocar toda esta carga como primera dosis y esperar las 12 semanas para la segunda dosis”, dijo el ministro Enrique París, al recibir esta primera entrega.

Además, el ministro explicó que “esta es una vacuna que utiliza como vector un adenovirus recombinante. Hasta el momento los estudios demuestran que tiene una respuesta muy positiva ya con la primera dosis, así que nos deja muy contentos recibirla”.

Paris se refirió, por otra parte, al convenio Covax, ya que estas dosis son las primera que llegan a Chile a través de ese mecanismo. “Quiero destacar eso porque el convenio Covax es un convenio de colaboración, donde la OPS/OMS y muchas otras entidades como la UE, Unicef, el gobierno de Estados Unidos y algunas empresas privadas han colaborado para que países que puedan comprar vacunas las compren, pero países que no puedan comprar también reciban vacunas”, dijo.

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