Un "Fantasma" llevó a La Calera a Primera tras 25 años

"¡Un minuto de silencio, por Quillota que esta muerta, eah, eah, eah, eah!". El canto con dedicatoria para sus vecinos retumbó en la tribunas del Nicolás Chahuán y más en el camarín de Unión La Calera.

Era el momento final, de éxtasis para los "cementeros" que derrotaban 2-1 a Lota y aseguraban su retorno a Primera, luego de 25 años de espera. Paradójicamente, festejaban con su "archirrival", San Luis, despidiéndose de la serie de honor, jugando solo por cumplir a pocos kilómetros de donde la fiesta era total.

Y esa celebración tuvo un protagonista consular, Ariel Pereyra, "el viejo feo" del equipo como le dicen con cariño a ese hombre que a sus 37 años cambió los insultos que recibía su equipo, cuando caían 1-0 con un gol de José Huentelaf. Y la sangre que brotó en el lotino tras ese gol (terminó con seis puntos en una ceja, tras ganarle y chocar en el salto a Berríos) era la que puso el crédito local para espantar el mal recuerdo del ascenso no logrado en 2004.

El "Fantasma" no estaba para sorpresas, ni menos para no poner algo más cuando el equipo parecía a la deriva. Por su mente, asomaba el período oscuro del club, cuando estuvo en Tercera (1995-2000), y también la promesa que le había hecho a su compañero Nicolás Suárez.

"Por mi experiencia en los ascensos me pidió que subiera a La Calera y el plantel me pedía fecha a fecha que cumpliera esa promesa que les hice y cumplí", recordaba el héroe, ese que vio como en la primera parte su cuadro desperdiciaba cuatro claras ocasiones de gol, siendo el ex calerano, el arquero Carlos Torres, el "culpable" de que su equipo transitara al borde del abismo, pues a esas alturas Antofagasta les quitaba el premio mayor.

Pero el ídolo no se borró y apareció cuando peor jugaba su equipo. Primero (72') aprovechó en la boca del arco una mala salida rival y luego, en idéntica posición, tras una pésima cobertura de Rodrigo Rain, selló un retorno redondo para él y su equipo, que llevó a los festejos por toda la ciudad.

"Es mi tercer ascenso, pero éste es especial. El año pasado comimos mucha mierda y ahora termino siendo el goleador del torneo y subiendo a Primera", reconocía uno que sumó "chapa" de ídolo, como dijo su timonel Sergio Jadue. "En La Calera a los ídolos se les respeta y la próxima temporada Ariel hará lo que desee; seguirá jugando en el equipo o dirigir a las series menores, pues el club le está pagando el curso de técnico", dijo Jadue.

¿Y Pereyra? Se sorprendió: "He pasado seis años en el club, de muchos sufrimientos, y el ofrecimiento del presidente me halaga. Todavía tengo ganas de entrenar, pero de verdad hoy no sé si seguiré jugando o dirigiré. Eso debo verlo con calma", dijo Pereyra.

Mientras su presidente le tenía otra sorpresa y un anhelo especial: "Queremos festejar el ascenso jugando contra la Católica, el campeón de Primera", acotó sobre algo que Pereyra, parece, también disfrutará.