Manifiesto de Arturo González, florista: "Yo no tengo colores, mis colores son los de la Pérgola"

Llegué a la Pérgola por necesidad. Cuando tenía 12 años, a mi mamá le dio cáncer al paladar y no alcanzaba la plata para que todos mis hermanos estudiáramos, así que llegué hasta cuarto básico. Trabajé en el local de don Enrique Naranjo; él es un buen caballero, un ejemplo de patrón y de papá.
Mi mamá se murió cuando yo tenía 26 años. Yo quedé solo en el mundo, mis hermanos tenían sus familias. Estuve ocho años metido en las drogas fuertes. Entré por las mías y salí por las mías. Lo hice por mis hijos, no hubo doctor ni desintoxicación, solo amor por mi familia. Ahora me da miedo fumar y tomar, aunque de repente me fumo un cigarro suelto.
Yo no tengo colores, mis colores son los de la Pérgola. Yo les he tirado pétalos a comunistas, a momios, a traficantes, a choros y a curas. He estado aquí con barricadas en las cuatro esquinas y con bombas lacrimógenas entremedio y yo estoy aquí nomás poh, de repente en la noche vendo más que en todo el día. Estábamos tan bien y que estemos destruyendo el país, que nos estemos matando entre nosotros es fome.
Bailo salsa como artista. En mis tiempos de locura iba a bailar a La Seiva, a Los Ladrillos y a la Maestra Vida. Hace 15 años me empecé a dejar el pelo largo con rastas para tener un look propio.
Con mi mujer les compramos este negocio a mis hijos César y Miguel. Me encantaría que ellos siguieran con la tradición. Yo me independicé sin capital, sin nada, así, pato. Me costó más que la cresta conseguirme dos gambas para arrendar el local. Trabajaba lo que tenía: reinas luisas y besitos.
A la primera persona que fui a despedir fue al cardenal Oviedo y la última fue Fernanda Maciel. Rosita Bernales, del local N°3, me regaló un canasto donde caben 20 kg de pétalos. Nunca hemos lucrado con esto, lo hago con cariño y porque es una tradición tan linda. He ido a despedir a Gladys Marín, a Manuel Bustos, al cardenal Raúl Silva Henríquez, a Julito Martínez, a Ítalo Passalacqua, a Bonvallet, a Roberto Bruce, a Javiera Suárez, a Felipe Camiroaga y a muchos más.
Estoy yendo al médico porque tengo estrés laboral. El doctor me dio unos remedios, porque estoy tan cansado que siento que me clavan unas agujitas en la espalda. Pero esto tengo que superarlo con la mente, tengo que descansar. Yo durmiendo me siento filete. Normalmente me levanto a las siete y me acuesto a las dos de la mañana.
Me gustaría ser parte de la directiva para limpiar la Pérgola de todo. De lo bueno y de lo malo. Hay que tirarla para arriba, para promocionarla y desinfectarla, pero para eso se requieren recursos y ahí estamos mal.
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