La inseguridad


Actualmente, y lamentablemente, todos sabemos de esta realidad. Ya sea por robos, débil panorama económico, laboral, educacional, político, religioso, de salud o transporte, la sensación de inseguridad complica todo el quehacer orientado a vivir tranquilo y sano.
Es una constante angustia que no deja pensar en mejoras sustentables, sino más bien limita a actuar para mantenerse relativamente seguro a corto plazo. Actualmente se invierte mucho más en seguridad que en colectores solares para agua caliente o mejoras de aislaciones térmicas en las viviendas. Estamos más preocupados de movernos en auto seguros que andar en transporte público; no usamos la bicicleta, pues las pueden robar; no caminamos por el barrio para que no nos asalten; no vamos a los cerros, a menos que sea en grandes grupos y con palos; las casas están absolutamente cerradas a las calles, no se demuestra vida hacia el exterior, armándose una ciudad sin vida; se desconfía de todos; incluso da susto contestar el teléfono, pues podría ser una llamada para pedir un rescate o para un premio falso. Todo esto en un escenario en que las edificaciones se compran por la seguridad, no por su capacidad de ahorrar energía.
Hasta hace poco esto solo se veía en algunas ciudades de Latinoamérica, pensando que en Chile jamás veríamos guardias en los barrios, condominios cerrados, pasajes cerrados, policías municipales, cercos eléctricos, neumáticos rajados o desinflados, botones de pánico, locales comerciales enrejados, aparatos para dar golpes eléctricos, spray con algún gas no ecológico, gente armada en su casa, falsos mendigos. No nos imaginamos intentando no dar información a nadie o ni siquiera hacer arreglos en la casa, pues entraría gente desconocida o que podría entregar datos a otros, o no ir de noche a bombas bencineras, solo estacionarse en estacionamientos pagados (jamás en los gratis), el ir solo a barrios 'buenos', no confiar en los cuidadores de autos. En fin, alejarse de todos (sumamente opuesto a lo humano y la actitud necesaria para 'hacer ciudad').
Lo que faltaría o lo que viene son los guardaespaldas o escoltas, los autos blindados, más armas, civiles con chalecos antibalas, usar más helicópteros, o cambiarse de país. La inseguridad es debido a un mal manejo socio-político, pero además es un muy buen negocio, absolutamente alejado de la sustentabilidad, con lo cual es imposible armar una sociedad grata. La posible solución: más rigor, aplicación de leyes y no olvidar que los ladrones, encapuchados y tramposos son pocos.
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