L'Animita de Oreste Plath


¿A quién no le han llamado la atención las animitas? Esas pequeñas construcciones que se encuentran en calles, carreteras, sitios eriazos y algunos cementerios de Chile. Las más típicas son las que reproducen casas, iglesias o grutas para resguardar o cobijar el ánima. Decoradas con flores naturales o plásticas, osos de peluche, antiguas patentes de autos, herraduras, santos de yeso, rosarios, vestidos de novia, cuadernos y otros objetos, las animitas marcan el sitio donde una persona murió de manera trágica. Víctimas de homicidios, atropellos o de algunos condenados a muerte en circunstancias poco claras, es el pueblo el que rinde culto y veneración a estos fallecidos a través de estas pequeñas construcciones que suelen atraer a gran cantidad de personas en ciertas fechas, tales como el 1 y 2 de noviembre, vale decir para el Día de Todos los Santos y el de los Difuntos, respectivamente.
Es tanta la atracción de este rito que el conocido escritor y estudioso del patrimonio y las artes populares Oreste Plath escribió el libro L’Animita, Hagiografía Folclórica, en 1993. Su hija, Karen P. Müller Turina, reeditó y actualizó esta publicación en 2012. Además de dar a conocer aspectos históricos sobre las animitas más antiguas que son parte del relato original, la nueva versión incluye datos de nuevas construcciones que han aparecido en los últimos años de la mano de crímenes o muertes trágicas, aspecto importante de su surgimiento. El título proviene de la pronunciación coloquial de la palabra que, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa “monumento funerario en el cual no está el cadáver del personaje a quien se dedica”.
Para esta edición, la hija de Oreste Plath incluyó 16 nuevas animitas y también textos de oraciones recogidas del fervor popular. La Animita de Juanita (Antofagasta), Animita Botita Negra (Calama), Animita de la Kenita (Iquique), Animita del Negro Said (Los Vilos), Animitas de Carabineros de las Fuerzas Especiales (Valparaíso), Animita de Manolito (Valparaíso), Animita de Ita o Canal Chacao (Quilpué), Animita de Heidy (Santiago), Animita de Carmencita (Santiago) y Mauricio El Cometa (Santiago), Gauchito Gil (Argentina), Sarita Colonia (Perú), Capilla de los Ahorcados o Ahorcados del Pirineos (Venezuela) y Ánima de Jesús Malverde o San Malverde (México).
Las animitas no solo están presentes en Chile sino que también en otros países de Latinoamérica y en España. De allí la inclusión de estas animitas en esta nueva versión del libro. Además estas tendrían cierta relación con algunas costumbres indígenas en la sepultura de los muertos o ritos mortuorios. En todo sentido, las animitas son un verdadero patrimonio vivo.
Publicación
Editado por el Fondo de Cultura Económica, L’Animita es parte de una colección de libros de Oreste Plath como Geografía del Mito y la Leyenda Chilenos, Folclor Lingüístico Chileno, Folclor Chileno y Los Juegos en Chile, Aproximación Histórica-Folclórica, entre otros títulos. Más información en fcechile.cl
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