Cuba limitará a diez años periodo presidencial en nueva Constitución

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El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en un acto inaugural del Salón del Deporte, el viernes en La Habana. Foto: EFE

En la presentación del anteproyecto dado a conocer este sábado también se establece la figura de un primer ministro. Se reconoce el papel del mercado y se ratifica la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo económico.


Cuba se encamina a estrenar una nueva Constitución. Este sábado, el periódico oficial Granma divulgó los aspectos principales del anteproyecto para la nueva Carta Magna, que, entre otras cosas, limita el mandato presidencial a un máximo de dos periodos de cinco años y establece la figura de Presidente de la República como jefe de Estado del país. Además, se establece un Vicepresidente y un primer ministro.

Lo anterior supone un cambio importante con respecto a los 59 años de Fidel y Raúl Castro en el poder, y a la actual Constitución que establece la posición del presidente del Consejo de Estado y de ministros, puesto que ocupa desde el 19 de abril de este año Miguel Díaz-Canel.

Si bien las autoridades cubanas han reiterado que mantendrán el "carácter socialista" del sistema político, económico y social, y el papel rector del gobernante y único Partido Comunista de Cuba (PCC), "como fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado", el borrador revela importantes modificaciones que serán puestas a votación el próximo 21, 22 y 24 de julio en el pleno de la Asamblea Nacional.

En el plano económico, el anteproyecto añade "el reconocimiento del papel del mercado y de nuevas formas de propiedad, entre ellas la privada", haciendo hincapié en la correspondencia con la conceptualización del modelo social cubano. "Respecto de la propiedad privada sobre la tierra, se mantiene un régimen especial, con limitaciones para su transmisión y el derecho preferente del Estado a su adquisición mediante su justo precio", añade el documento.

Además, el texto "ratifica constitucionalmente la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo económico del país, con las debidas garantías".

Tras la promulgación en marzo de 2014 de la Ley N° 118 de la Inversión Extranjera, que apunta a la generación de efectos positivos para la industria doméstica y a la contribución del crecimiento, se han aprobado 110 nuevos negocios de firmas internacionales con el Estado de Cuba.

Así, en línea con un camino de reformas económicas iniciado por Raúl Castro desde 2008, para modernizar el modelo centralizado, Cuba se alistaría para abrirse al mercado y a una nueva forma de gobierno dentro de los próximos meses. Sin embargo, él mismo advirtió en abril de 2016 que "no se permitirá la concentración de la propiedad (...) tampoco de las riquezas, la empresa privada actuará bajo límites bien definidos".

Nueva gama de derechos

En el proyecto, que consta de 224 artículos divididos en 11 títulos, 24 capítulos y 26 secciones, también adquiere mayor desarrollo el derecho a la igualdad.

Mientras que el derecho de las personas solo está limitado por los derechos de los demás, la seguridad colectiva y el bienestar general, entre otros, se incorpora "la no discriminación por identidad de género, origen étnico y discapacidad".

Para el licenciado en Derecho de la Universidad de La Habana, Luis Carlos Battista, "todavía falta", porque "se omite la discriminación por orientación sexual", por ejemplo. Según el experto, el anteproyecto de Constitución continúa sin reconocer una serie de derechos importantes para la sociedad cubana. "El país necesita mucho más que una nueva Constitución, y esta por supuesto, necesita leyes complementarias", dijo a La Tercera.

Finalmente, otra de las novedades es que se propone la figura de un gobernador, y un consejo de gobierno conformado por los presidentes de las asambleas municipales e intendentes.

"Este es un tema que sigue algunos experimentos en las provincias de Artemisa y Mayabeque, y parece procurar una mayor viabilidad para una agenda de descentralización territorial", dijo a La Tercera el exanalista del gobierno cubano, Arturo López-Levy.

Fue en junio de este año cuando la Asamblea Nacional aprobó el comienzo de un proceso que busca modificar la Constitución del país, adoptada en 1976 durante la Guerra Fría, pero sin variar el carácter "irrevocable" del socialismo en la isla.

En el camino se creó una comisión integrada por 33 diputados que actualmente está encabezada por Raúl Castro, jefe del Partido Comunista y exmandatario de la isla, que por primera vez está dando luz de los futuros lineamientos.

Arturo López-Levy, exanalista del gobierno cubano: "Representa una apertura ideológica en lo interno"

En conversación con La Tercera, el experto en Cuba y exanalista del gobierno de ese país entre 1992 y 1994, Arturo López-Levy, asegura que los primeros lineamientos de la nueva Constitución "son un avance sin alterar la esencia".

¿Cuál es su lectura del anteproyecto sobre la nueva Carta Magna en Cuba?

El anteproyecto de cambio constitucional trata una renovación de la relación Estado y sociedad civil y de la economía, pero dentro de los marcos del sistema unipartidista cubano y de la orientación ideológica comunista, ahora con algunas transformaciones importantes.

¿Qué tan influyente es en este proceso la figura de Miguel Díaz-Canel?

El proyecto estaba manejado por Raúl Castro, pero no por casualidad Díaz-Canel aparece como segundo. Hay elementos que reflejan demandas que, obviamente, son partes de la agenda de una nueva generación.

¿El reconocimiento del papel del mercado, es una forma de apertura de Cuba al mundo?

Más que una apertura a lo externo, representa una apertura ideológica en lo interno. Se trata de pensar la economía cubana como mixta, no como de comando. Un modelo que la nueva generación entiende que es imprescindible.

¿Hacia dónde camina Cuba con la limitación del periodo presidencial?

Es un cambio muy importante para la recirculación de las élites cubanas. Se crean las bases para un liderazgo más colectivo dentro del sistema unipartidista, y esto, en el contexto de la izquierda latinoamericana, también tiene implicaciones.

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