Contraloría detectó 313.000 pases escolares entregados a quienes no eran alumnos
Error se constató en la fabricación de tarjetas del año 2015 e implica un daño al Fisco que asciende a $ 859 millones. Problema se originó porque se utilizó base de datos de 2014 y no se actualizó la información con la matrícula 2015.
En 2015 la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) mandó a fabricar una nueva Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE) para cada uno de los 2,5 millones de estudiantes del país, entre quinto básico y la educación superior. Esto como parte del proceso de modernización del pase escolar, ordenado en octubre de 2014.
Sin embargo, de ese universo, el 12 %, es decir 313.359 tarjetas, fueron otorgadas a beneficiarios que “no cumplían con el requisito de acreditación de alumno regular” (ver extracto). Así lo señala un reciente informe final de auditoría realizado por la Contraloría General de la República, el que subraya que “tanto las acciones como omisiones de las autoridades generaron un desmedro económico cuantificable” que asciende a $ 859 millones.
Estos hechos ocurrieron bajo la administración del ex director de Junaeb José Miguel Serrano, contra quien pesa una querella del Consejo de Defensa del Estado (CDE) y está siendo investigado por el Ministerio Público bajo el cargo de presunto fraude al Fisco por eventuales irregularidades en las licitaciones del Programa de Alimentación Escolar (PAE) de la Junaeb.
El error
Según el documento de 67 páginas que elaboró el organismo de control, la Junaeb “extrajo del Sistema TNE la nómina de alumnos que durante el ejercicio 2014 mantuvieron un pase escolar activo, para que en base ella se confeccionara la pertinente al año 2015, no obstante que correspondía obtener los datos actualizados”. Agrega que esta información debió, además, ser contrastada con los certificados de alumno regular proporcionados por los recintos educacionales, lo que no se hizo. La Contraloría establece que de los documentos mal entregados 39.647 correspondieron al nivel escolar básica y media, mientras que 273 mil se concentraron en la enseñanza superior. Por ejemplo, 4.024 casos se detectaron en la U. de Santiago y 1.463 en la U. Tecnológica Metropolitana.
Pero esta no fue la única falla detectada. En los procesos de fabricación y distribución de los pases escolares, la Contraloría acusa falta de respaldo y control de información, falta de integridad de los datos, además de la omisión de supervisión a las empresas encargadas de distribuir los pases escolares e incumplimientos en la entrega de estos.
Precisamente, en casos de incumplimientos, la Contraloría también señaló que “la Junaeb no ha efectuado las acciones de cobranza de al menos $ 179.860.117”.
Entre otros hallazgos que el informe consigna figura que la institución ordenó la fabricación de 195 tarjetas estudiantiles para personas que habían fallecido; o que de los 2,5 millones de RUN de los beneficiarios, 1.580 no existen en las bases de datos del Registro Civil y 739 se asociaban a una edad incompatible con la categoría del pase escolar otorgado (enseñanza básica, media o superior). Además, 538.000 TNE fueron fabricadas con un retraso superior a 120 días.
Por todos estos puntos, el órgano de control ordenó en su informe un sumario administrativo para determinar las eventuales responsabilidades de los funcionarios que pudieron haber estado involucrados, el que se suma a otro sumario que ya está en ejecución por la misma temática de la TNE. Además, ordenó cambiar los procesos asociados al control y supervisión de la fabricación y cruzar los datos con los del Registro Civil.
Cambios
Cristóbal Acevedo, director de Junaeb, explicó que cuando asumió, en septiembre del año pasado, había 200.000 tarjetas estudiantiles que no habían sido entregadas. Señaló que su primera misión fue regularizar esto y que, posteriormente, encabezó una serie de modificaciones. “Reconozco que hubo una debilidad institucional (a la cual se puede deber la serie de errores), pero adicionalmente había problemas de diseño del proceso, de establecer una trazabilidad (seguimiento) y en las bases de licitación”.
Acevedo remarcó que con este diagnóstico, sumado a que se detectaron varias de las fallas del 2015 antes de que saliera el informe final de Contraloría, se ha logrado modificar varios aspectos críticos. “Este año confeccionamos la tarjeta en la medida que la institución confirmó que el potencial beneficiado era alumno regular”.
“Hemos buscado mecanismos que nos den más seguridad de los datos. Uno de ellos puede ser el Registro Civil, pero lo importante es tener cómo chequear la información y hay varios mecanismos que lo permiten”, agregó el actual director de Junaeb.
Acevedo enfatizó que, para el próximo año, se contemplan innovaciones como una oficina virtual en la que los mismos alumnos podrán sacarse la foto y chequear el estado de tramitación de su pase escolar. Además, la entrega de la tarjeta será mediante carta certificada.
Para el diputado UDI Sergio Gahona, quien fue miembro de la comisión investigadora ante eventuales irregularidades en la Junaeb, “que el 12% de las tarjetas fueran para beneficiarios erróneos, es uno más de los graves problemas de gestión que se vieron en la administración anterior, que se suma a las irregularidades del Programa de Alimentación Escolar. Esperamos que esta nueva administración realmente cumpla con todas las mejoras que promete”.
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