Joven estadounidense subasta su virginidad en Internet para pagar sus estudios
Natalie Dylan, es el seudónimo que usó la joven de 22 años que puso su virginidad en subasta por Internet para pagar su carrera de terapeuta matrimonial y familiar.
Bajo el seudónimo Natalie Dylan, la estudiante de San Diego, Estados Unidos, ofrece su virginidad al mejor postor para pagar un título universitario de experta en terapia matrimonial y familiar, y al parecer, está dispuesta a someterse incluso a un examen médico para demostrar que es virgen.
"No creo que subastar mi virginidad vaya a resolver todos mis problemas pero, al menos, conseguiré cierta estabilidad económica", dijo "Dylan" en el programa de televisión The Insider.
La subasta tendrá lugar en Bunny Ranch, un club de Nevada que recibe las ofertas en su página Web, ya que el popular sitio de subastas en Internet eBay rechazó participar.
Fuentes de Bunny Ranch dijeron a la prensa estadounidense que las apuestas ya llegan a los 250.000 dólares, aunque resulta prácticamente imposible comprobarlo en su página web.
ESTUDIOS
El alto costo de los estudios superiores en Estados Unidos, donde un año de universidad puede llegar a salir por 50.000 dólares, lleva a muchos estudiantes a endeudarse o aceptar cualquier tipo de trabajo para ahorrar.
En Internet ,numerosos blogs ya han criticado la decisión de la joven. "¿No es esto prostitución? Me da pena el futuro de nuestra sociedad", señala un bloggero llamado Mike de la universidad de Montclair en Nueva Jersey.
"Dylan", sin embargo, defiende la idea. "Vivimos en una sociedad capitalista. ¿Por qué no voy a poder capitalizar mi virginidad?", dijo en un programa de televisión.
Otros estudiantes con dificultades económicas también han llevado a cabo originales iniciativas para obtener dinero, si bien menos controvertidas.
OTRO CASO
Max Stephenson, un joven neoyorquino de 18 años, pidió en Internet pequeñas donaciones a miles de cibernautas para costearse sus estudios.
Stephenson apareció en numerosos medios de comunicación gracias a un artículo de la revista Time y lleva recaudados ya más de 6.000 dólares, gracias aportaciones que a veces no superan los dos dólares.
El joven espera alcanzar la cifra de 25.000 dólares, que es lo que le falta para poder costearse un año en la Universidad de Nueva York.
Stephenson no promete a sus mecenas nada a cambio, pero los grandes contribuyentes recibirán al menos un recuerdo.
"Si me envías 2,50 dólares la próxima semana, te mandaré un trozo de mi toga de graduación cuando acabe los estudios", promete en su petición.
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