Katy Perry no quiere ser un artista común, y eso quedará plasmado en su próxima gira mundial, California Dreams. Así lo señaló la cantante en una entrevista con revista Rolling Stone, donde señala que cada concierto "va a oler a paraíso de algodón de azúcar".

Y no lo dice metafóricamente, sino que en un sentido más bien literal. Esto, pues las presentaciones constarán de una máquina que hará que desde el escenario salga olor a dulces.

La gira comienza el próximo 20 de febrero en Portugal, y Perry dedicada todo su día a los preparativos. "Les voy a dar un adelanto de mi día", dijo a la revista la intérprete de Fireworks. "Después de esta entrevista voy a comer un desayuno saludable. Estoy en un plan alimenticio, lo que apesta, pero los domingos puedo hacer trampa y me como una hamburguesa. Luego, iré a hacer ejercicio, a clases de canto, a un repaso del set para los ensayos, a ensayos de baile hasta las 22 horas, y luego iré a casa para revisar los e-mails que tengan que ver con la producción", dijo, "siento que estoy entrenando para los Juegos Olímpicos".

El objetivo de Perry es superar a los conciertos que han dado de qué hablar en las temporadas pasadas, en especial el de Lady Gaga y el de Pink. De hecho, quedó tan impresionada con el de esta última, que contrató al mismo director.