Histórico

La Once: seis décadas de tardes de té van en busca del premio Goya

El documental chileno de Maite Alberdi fue nominado en la categoría de Mejor Película Iberoamericana en los galardones más importantes del cine en español. Compite contra la argentina El clan, entre otras cuatro películas.

Más de 700 onces juntas bien valen la pena una película. Tal vez ese fue uno de los primeros pensamientos que pasó por la mente de la realizadora Maite Alberdi, quien decidió que su documental La once trataría sobre las legendarias tertulias que a la hora del té y los pastelitos tuvieron su abuela y cuatro amigas durante 60 años. Es decir, 720 veces. A un implacable y metódico ritmo de una reunión al mes desde que egresaron del colegio Monjas Carmelitas, Teresa y sus amigas construyeron una complicidad que la cineasta capturó con una empatía fuera de lo común. Esa calidez es  quizás lo que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España vio a la hora de nominar ayer al filme a uno de los cuatro cupos por el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana.

La cinta también ha sido un curioso éxito de público en Chile:  se mantuvo en cartelera por cuatro meses y alcanzó 25 mil personas, cifra bastante alta para un filme de no ficción en nuestro país. Es más, La once fue el documental más visto del año en salas locales, superando a El botón de nácar de Patricio Guzmán o Allende, mi abuelo Allende, de Marcia Tambutti, que lograron 12 mil y 13 mil espectadores respectivamente. Hay que decir, eso sí, que estas últimas aún se mantienen en cartelera en algunos cines de Santiago y regiones.

La segunda cinta de Alberdi es también el primer documental en postular en la categoría de Goya Iberoamericano en los últimos 12 años, desde que en el 2003 fue nominado el cubano Suite Habana de Fernando Pérez. “Sabíamos que la competencia era dura, pues había 14 postulantes con mucho cartel y premios, pero por otro lado nuestra película tiene la característica de que es documental y eso la hace muy reconocible”, dice Maite Alberdi, quien trabaja en la finalización de Los niños, su tercer filme de no ficción. “Rápidamente nos dimos cuenta de que la película había conectado muy bien con el público en España, donde hay una población de adulto mayor bastante alta”, explica Alberdi sobre la campaña promocional de la cinta que se hizo en el país europeo para lograr la nominación a los premios Goya.

La película de la realizadora de El salvavidas se orquesta en torno a un núcleo central de cinco amigas cerca de los 80 años, entre las que destaca desde un principio María Teresa Muñoz, abuela de la cineasta. Durante el desarrollo de la historia, que Alberdi fue filmando a lo  largo de cinco años, las mujeres van recordando viejos tiempos, contando historias nuevas, recreando anécdotas, entrando en detalles, lanzando declaraciones de principios, riéndose de hilarantes metidas de pata y, a la larga, hablando un país que ya no existe, aquel que las vio en su juventud, en los años 40 y 50. La vivacidad de María Teresa contrasta con el carácter más reservado de Gema Droguett, que a su vez también difiere del espíritu desenfadado de Alicia Pérez, una de las más enérgicas entre las señoras del té. Ella y Ximena Calderón son dos de las sobrevivientes del grupo inicial y son también las que han ido apoyando a la película en su difusión, pasando por muestras en Santiago, Puerto Montt, Madrid o Columbia (Missouri).

“Me parece que una de las razones por las que la película funcionó bien es porque tiene mucho humor y al mismo tiempo es emotiva. Tampoco es un documental informativo, sino que habla de relaciones humanas”, dice Alberdi, quien además agrega que La once se estrenará próximamente en  salas en España.

Por estos días la directora está dedicada al mencionado filme Los niños, que nació a partir de la experiencia de su tía Francisca, quien también aparecía brevemente en La once. “Ella sólo fue el punto de partida, pues no es personaje en la película. Lo que Los niños cuenta a grandes rasgos es la historia de un grupo de adultos que tienen síndrome de Down, y que se conocen desde hace unos 40 años. Van a la misma institución y ya están algo aburridos de este colegio”.

La once postula al Goya junto a la argentina El clan, de Pablo Trapero; la peruana Magallanes, de Salvador del Solar; y la cubana Vestido de novia, de Marilyn Solaya.  El cine chileno ganó el Goya en otras tres oportunidades:  La frontera de Ricardo Larraín en 1991; La buena vida de Andrés Wood en el 2008, y La vida de los peces de Matías Bize en el 2010.

García Lorca en primer lugar

En los anuncios de ayer, el filme que logró mayor cantidad de postulaciones a los Goya fue la española La novia, de Paula Ortiz. La cinta de la realizadora vallisoletana de 36 años es su segundo trabajo tras De tu ventana a la mía (2011) y es una recreación del clásico teatral Bodas de sangre de Federico García Lorca. Rodada con pocos recursos y en la región de Aragón, La novia  se coló a última hora en un terreno donde una de las grandes favoritas es Truman, del catalán Cesc Gay. Aunque La novia se mantiene al tope de las nominaciones y en categorías como Mejor Película y Mejor Dirección, muchos creen que la cinta de Gay con Ricardo Darín y Javier Cámara siegue siendo una de las candidatas fuertes en los Goya 2016. Nominada en seis categorías, Truman relata la historia de dos amigos que se reencuentran en aciagas circunstancias tras muchos años.

Otra cinta con posibilidades es Nadie quiere la noche, la segunda en número de postulaciones, con nueve menciones. Este filme con Juliette Binoche cuenta la historial real de Josephine Peary, quien en los años 20 decidió ir  en busca de su esposo, el explorador Robert Peary, perdido en Groenlandia.

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