El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, presionó hoy a Japón para que implemente rápidamente un acuerdo para reorganizar al Ejército estadounidense en el país, tema que podría poner a prueba los vínculos con el nuevo gobierno de Tokio.

"Es hora de seguir adelante", dijo Gates en una conferencia de prensa con el ministro de Defensa de Japón, Toshimi Kitazawa, después de dialogar sobre temas de la alianza. "Puede que esta no sea la alternativa perfecta para nadie, pero es la mejor alternativa para todos", agregó.

Gates dejó abierto un posible compromiso al decir qué cambios menores a la ubicación propuesta de dos instalaciones de la Marina estadounidense en la costa de la sureña isla de Okinawa quedaban a criterio de Japón.

En 2006 Estados Unidos acordó con el largamente dominante partido conservador nipón un amplio plan para reorganizar a sus fuerzas en el país, después de que un pacto en 1996 no lograra el respaldo de residentes, quienes asocian las bases a crímenes, ruido, contaminación y accidentes.

Kitazawa dijo que había destacado las dificultades políticas implicadas en el acuerdo, pero agregó que pasar mucho tiempo buscando una solución no sería sano para la alianza.

El nuevo gobierno de Japón, que lleva un mes en el poder y es liderado por el Partido Democrático, ha prometido una postura diplomática menos dependiente de su cercano aliado en seguridad Washington.

Eso ha generado preocupaciones de que las relaciones de seguridad entre las dos mayores economías del mundo puedan sufrir las consecuencias, mientras la influencia económica y poderío militar de China aumentan y Corea del Norte sigue siendo tan impredecible como siempre.

"Bajo las circunstancias en las cuales las incertidumbres permanecen en esta región del noreste de Asia, creo que es imprescindible mantener y desarrollar nuestra alianza aún más", dijo el primer ministro, Yukio Hatoyama, a Gatesdurante una reunión previa durante el día.