Aunque muchos ya ni lo recuerdan, el SARS-CoV-2 sigue rondando, mutando y dando lugar a nuevas variantes.

La más reciente en llamar la atención se llama NB.1.8.1 y ya está generando preocupación en Asia y Estados Unidos.

Detectada inicialmente en China, Hong Kong y Taiwán, la variante NB.1.8.1 ha provocado un repunte significativo en las hospitalizaciones, el peor en al menos un año en estos países.

Este aumento ha llevado a que se recomiende nuevamente el uso de mascarillas en lugares públicos, un recordatorio claro de que el virus aún no se ha ido.

Taiwán, por su parte, ya está almacenando vacunas y tratamientos antivirales como medida preventiva.

La nueva subvariante ya salió de este continente y en las últimas semanas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) la han detectado en ese país.

Por ahora, no existen indicios de que NB.1.8.1 cause una enfermedad más grave que otras variantes recientes.

Sin embargo, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los CDC reconocen que podría ser más transmisible lo que nos recuerda que el Covid no se ha ido.