Manifiesto de Víctor Silva, sicólogo y futbolista ciego: "Los goles se hacen mejor sin ver"

La cancha es el único lugar donde me muevo sin miedo. Ahí me puedo mover sin bastón, sin obstáculos. Soy seleccionado chileno de fútbol 5 ciego. Para mí, este es un vehículo de transformación social, un elemento de rehabilitación muy importante. Eso me hace sentir pleno y feliz, porque es una nueva oportunidad para desenvolverme. Por lo mismo, fundé un equipo en Melipilla que se llama Olimpia. Los goles se hacen mejor sin ver.
A los 10 años me diagnosticaron astigmatismo. Me compraron lentes y seguí haciendo mi vida. Jugaba fútbol en una liga de Melipilla, y cuando cumplí los 15 tuve la oportunidad de ir a Uruguay con un compañero para empezar una carrera profesional. Un día me di cuenta de que veía bien cuando había luz, pero en las noches no distinguía la pelota. Me devolví a Chile y después de pasar por especialistas en pupilas, iris y córnea, llegamos al de retina y me dijo que tenía retinitis pigmentosa, lo que gradualmente me iba a dejar ciego.
Alcancé a disfrutar lo último de mi vista. Si quería ir a la playa a ver el mar, lo hacía. Tuve entre los 15 y 20 años para prepararme, aprendí de computación y de deportes para personas con discapacidad visual. Cuando el momento llegó, fue triste, porque estaba en plena adolescencia, cuando muchos piensan en estudiar y carretear. Me preguntaba "por qué yo", pero después empecé a pensar que quizás tenía una misión, un objetivo, y hasta hoy lo creo.
Soy sicólogo y este año empiezo un magíster. Estudié en la UC Silva Henríquez, porque me gustaba el perfil comunitario que tenía. La sicología fue mi primera opción, porque era la mezcla perfecta para llevar a cabo grandes teorías e ideas del cómo enfrentar la vida. El magíster lo haré en la Alberto Hurtado. Más adelante me gustaría trabajar en esa área y no descarto el dar clases.
Solo una vez me he sentido discriminado. Dijeron que no me podían dar una tarjeta de crédito por ser ciego. Creo que eso es lo que más te hace sentir como 'una persona con discapacidad', porque las barreras arquitectónicas -como que no exista una rampa o un piso táctil- son físicas, pero lo que dicen te hace sentir algo. Por lo mismo, uno se va empoderando de a poco para explicar de buena forma a la otra persona que está equivocada.
Perder tus ojos es complicado. Más allá de lo que hayan estado haciendo, estuviesen haciendo destrozos o fueran manifestantes pacíficos, yo creo que disparar directamente a la cara es complejo. Aunque en el mejor de los casos se logren todas las demandas, el que perdió sus ojos se va a sentir mal y se va a cuestionar. Sería bueno contactarnos con ellos para orientarlos respecto a los diferentes procesos. La teoría te puede ayudar mucho, pero la experiencia de las mismas personas ciegas es lo que marca la diferencia.
Voy a cumplir dos años de casado. Con Javiera nos conocimos porque ella coordinaba un evento en el que yo daba charlas. Comenzamos a salir y ahora aquí estamos, en Melipilla, viviendo juntos, aunque ahora más cerca de Santiago, porque viajo todos los días y me demoro cerca de dos horas y media para llegar al trabajo.
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