A tablero vuelto
Este dúplex no podía ser de nadie más que del actor y productor Ignacio Santa Cruz. De él se puede esperar cualquier cosa, y así fue. ¡Entramos a su departamento por su dormitorio!
Apenas tiene 31 años, pero Nacho ya ha sido docente, jefe de carrera, viajado por todo el país con sus obras y montado un éxito de Broadway en el país con su propia productora, llevando a las tablas y pronto al cine temáticas aún conflictivas en nuestra sociedad como la marihuana o un relato sobre la vida del senador Jaime Guzmán -hermano de su mamá-.
familiar. La mayor parte de las piezas antiguas en la decoración de su departamento herencia familiar.
"Siempre he trabajado", dice. A los 9 años ya era empaquetador en un supermercado Cosmos y luego en la librería Las Peques. A los 17 años se había comprado su primer auto con los patés Les Frères que vendía a todas las amigas de la libreta telefónica de su mamá. Incluso cuando se fue a París, después de egresar del Duoc, se pagó su alojamiento planchando la ropa de un abogado.
Está claro que vive la vida a concho. No puede dejar lo que le apasiona. Sigue estudiando en el Teatro La Memoria, hace deportes todos los días sin falta y, por supuesto, se dedica en cuerpo y alma a lo que claramente lleva en la sangre. Ese don que algunos tienen y otros no. Es simplemente un buen conversador, un hombre que aglutina.
El arquitecto Juan Luis Martínez aclara que lo más valioso de este conjunto habitacional es la ubicación, la vista al parque, el metraje (100m ) y la doble circulación. La remodelación consistió en invertir el programa y limpiar el interior para dejar dos plantas libres. juanluismartineznahuel@gmail.com
Aunque confiesa que sus cenas de antología en las que recibía "a católicos, evangélicos, civiles, militares, heterosexuales, homosexuales de todas las generaciones" ya no las hace todos los miércoles como le gustaría, sí se preocupa de ver a sus seres queridos todos los días. No es extraño verlo siempre acompañado, tomando un café o almorzando. Quizás lo aprendió cuando niño al ver a su tía Lucía Santa Cruz, una muy buena anfitriona y cocinera, convocar a 40 personas en la casa de la playa. O bien es parte de su ADN. Hace poco se enteró de que su otro tío, Jaime Guzmán, guardaba al igual que él un álbum de sus festines con el nombre de cada uno de los comensales, el menú de la cena y, por supuesto, su firma.
de san telmo.
Como anécdota nos contó que para no desarmar una lámpara comprada en San Telmo convenció a una azafata de que clausurara un baño del avión.
Es claro que el lugar donde decidió vivir no podía ser cualquiera. En el corazón de Providencia y a pocos minutos de los teatros eligió uno de los edificios de la Unidad Vecinal Providencia, un encargo modernista hecho por la Caja de Empleados Públicos en 1958, que incluía un parque, espejo de agua y hasta murales constructivistas públicos. Qué mejor que un lugar concebido para habitar en comunidad para él, y que se lo apropió como tal.
"En este departamento cumplí un sueño de niño: un tren con todas las miniaturas de íconos de cada ciudad donde he estado, desde una catedral, edificios hasta puentes", dice Ignacio Santa Cruz.
Para Elodie Fulton lo natural era que el espacio de mayor tamaño, en este caso el segundo piso, se transformara en las áreas sociales. `Si te gusta el olor a lasaña, el humo y estar rodeado de tus amigos, no puedes dejar el mismo programa´ me decía, y finalmente le hice caso", dice. El arquitecto Juan Luis Martínez, quien se encargó de la remodelación, dejó en el segundo piso, donde estaban los dormitorios, una planta libre para la cocina, comedor y living, y en el primero, por donde uno entra, su dormitorio.
Inspiración
Remodelar un espacio y adaptarlo a un estilo de vida fue lo que se ejecutó en este lugar. Quedó hecho a la medida para poder disfrutar de las bondades constructivas.
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