Containers solidarios
En base a una veintena de contenedores un grupo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Finis Terrae construyó una escuela de emergencia en la localidad sureña de Tubul. Un lugar que cambió el rostro a este devastado pueblo y un trabajo que se convirtió en una aventura para los alumnos y profesores participantes.
Tras el terremoto, un grupo de alumnos y profesores de Arquitectura de la Universidad Finis Terrae se organizó para aportar con su experiencia y conocimiento al plan de reconstrucción. Se reunieron en marzo para brindar una ayuda real a los más afectados a través de la construcción de una edificación que les fuera útil y permaneciera en el tiempo. Tenían claro que trabajarían en base a cuatro contenedores equipados para cubrir las necesidades básicas de algún poblado del sur; y también sabían que había que buscar ayuda económica. Y esta llegó de una empresa brasileña, que donó 22 contenedores para que iniciaran sus labores.
El arquitecto Humberto Eliash, coordinador general, explica que no le fue fácil organizar a los 52 alumnos y 9 profesores participantes. En conjunto tomaron la decisión de levantar una escuela de emergencia para un lugar que ellos todavía desconocían. De un martes a un jueves varios grupos de alumnos presentaron los planos, mientras otros –liderados por Constanza Quevedo– viajaron al sur para verificar en terreno los daños. Fue ahí cuando conocieron Tubul, ubicado a 86 kilómetros de Concepción.
La propuesta arquitectónica presentada por Cornelio Saavedra fue la elegida y debía estar lista el 26 demarzo, fecha en que se iniciaba oficialmente el año escolar. Comenzaba la segunda etapa: 15 horas diarias de trabajo y cada detalle era visto, analizado y aprobado o rechazado sobre la marcha. Tomando como referencia el colegio hecho en Iloca, diseñaron la Escuela Brisas del Mar, que en 585m2 cobija amás de 300 niños.
La entrada principal está dada por un único contenedor en volado que, formando una especie de arco, da la bienvenida. Le sigue un pasillo techado que se generó a partir de dos corridas paralelas de contenedores, un espacio de uso libre pero también integrador del resto de los recintos que en total son cuatro salas de clases, un comedor y cocina, un sector de computación y biblioteca, una oficina de profesores, y dos containers habilitados como baños. Recorrido intercalado por patios divididos por edad. El resto de los grupos se repartía las tareas de diseño de mobiliario, establecimiento de gráficas y registro visual de los acontecimientos.
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