Econciencia: Materiales
Semana del 15 de septiembre, 2012


Durante los procesos constructivos se consumen enormes cantidades de recursos. La mayoría no son renovables y requieren con urgencia de un uso eficiente, combinado con un reciclaje de ‘ciclo cerrado’. De ahí que sean tan importantes la reducción del uso de recursos y la preservación del medioambiente por parte de la construcción.
En la actualidad no es común el uso de materiales renovables o reciclados en esta industria. Una importante excepción es la reutilización de desechos propios de la construcción y demolición posterior; como áridos provenientes de la construcción de carreteras, utilizados en las capas inferiores y en el hormigón, una técnica empleada en muy pocos países. En algunos se recicla hasta en un 85%. Además de la calidad técnica, también se investigan las propiedades ambientales de los áridos. El proceso de demolición y calificación de los desechos resultantes debe llevarse a cabo de tal manera de no contaminar los áridos reciclados con asbesto o metales pesados, por poner ejemplos.
Algunos países (avanzados en el tema del reciclaje) reutilizan alrededor del 90% de toda la piedra natural, arena y gravilla usada en el sector de la construcción e industria pesada. El asfalto es reutilizado en un 60% y cerca del 80% de la madera se convierte en energía. En un año promedio se producen 6 millones de toneladas de desechos por la reparación y demolición de carreteras, instalaciones y edificios. De estos, el 43% es reutilizado, el 5% es incinerado para producir energía y el 45% es depositado en rellenos.
Los principales involucrados en la construcción actualmente son los materiales renovables, los materiales reciclables/reutilizables, materiales de fácil desmontaje, de bajas energías incorporadas y no tóxicas.
Una ventaja al respecto de las economías emergentes y de las economías en desarrollo es que estas ya tienen una larga historia de uso de materiales tradicionales, muchos de los cuales son sustentables (adobe, madera, piedras, como es el caso de Chile). La idea es fomentar e innovar esta tradición con el fin de evitar problemas posteriores.
La selección de materiales debe basarse en su comportamiento ambiental, en su vida útil individual y en sus consecuencias para la salud. El montaje debería estar diseñado para permitir un fácil desmontaje (proceso de edificación inverso). Los contratistas de demolición, por otra parte, deben desarrollar nuevas técnicas de deconstrucción y desmantelamiento para facilitar un óptimo reciclaje y reutilización de los materiales de construcción.
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