Cada vez que pienso en el 21 de Mayo, la primera imagen que se me viene a la cabeza es la boya con una campana que señala el punto donde se hundió la "Esmeralda", ¿por qué? No lo tengo muy claro, quizás porque en algún momento vi un reportaje (creo para los 100 años del Combate Naval de Iquique) por televisión, con mala resolución y buzos tratando de recorrer lo que queda del barco, en el que lo único nítido era esta boya triste en la mitad de la bahía.

Curioso esto de celebrar solo un "Mes del Mar", sobre todo considerando la realidad física de nuestro país, donde somos, literalmente, cordillera o mar, y es muy poco lo que se puede andar de este a oeste sin topar o caerse al agua. Dada la extensa costa que tenemos, la lógica me dice que deberíamos ser mucho más 'marinos', pero miramos para adentro, hacia los valles centrales y no nos identificamos como un país acuático, ni siquiera somos buenos para el pescado.

Tratando de romper con esto, para este número miramos al mar, a nuestros productos, cómo y qué comer; visitamos dos barcos decorados por la oficina de Enrique Concha e importamos ideas de arquitectura que flotan en costas nórdicas, para que quizás alguien se inspire. En materias más propias, las caletas, muchas de ellas devastadas por el terremoto/tsunami del 2010, muestran sus nuevas caras, porque aunque sea poco seguro estar ahí, no podemos no estar.

También estrenamos la sección Arquitectura, donde quincenalmente estaremos hablando de proyectos y sus autores, emblemáticos para la historia de la arquitectura mundial.