¡Año nuevo, vida nueva!

Este nuevo año es un poco más especial que los otros, al menos para mí. Acabamos de cumplir la primera década del nuevo siglo, con todo lo bueno y malo que eso ha significado, y creo que es un buen momento para hacer una minievaluación y ver cómo queremos que sean los próximos diez. Personalmente espero que sean un poco más lentos, tengo aún demasiado clara en la memoria la fiesta del milenio en la casa de un amigo en la playa, y me cuesta creer que fue hace ya diez años, cuando no colapsaron los computadores ni los bancos y todo funcionó bien, a pesar de los augurios de fin de mundo.

Espero que asumamos nuestro compromiso con el planeta y que nos demos cuenta de que todo lo que hacemos afecta y, por lo mismo, lo poco o mucho que podamos hacer ayuda, como ir a comprar con bolsas de tela o cortar el agua mientras nos cepillamos los dientes.

Que entendamos que la arquitectura debe ir por el lado sustentable, aunque el costo inicial sea un poco mayor, ya que se recupera con creces y evitamos seguir degradando nuestro entorno; desde mejorar la aislación térmica, para disminuir la necesidad de calefacción, hasta entender que tener una chimenea solo por bonita es algo inviable en los tiempos que corren y sobre todo para los que vienen.

Que optemos por ciudades más densas, pero las hagamos más agradables, porque no podemos seguir comiéndonos hectáreas de tierra cultivable para transformarlas en paños de cemento.

Que respetemos la diversidad: en el medioambiente –no sólo nos hace más ricos, sino más equilibrados– y en nuestras propias relaciones sociales, la época de o conmigo o contra mí ya no es sostenible.

Sin duda los próximos diez vendrán llenos de sorpresas –si es que todavía podemos sorprendernos con algo–, y con avances en tecnología que hoy no podemos ni imaginar.

Por mi lado, espero que todo esto me ayude a ser más consecuente con lo que pienso, digo y hago, ya que lo considero tan difícil como encontrar sentido común en las personas (al parecer el menos común de los sentidos).

Bienvenido 2010 y que la fuerza nos acompañe.