Cuando ves su trabajo, sabes que es él. Tiene claros mensajes políticos, artísticos, pero es inconfundiblemente Iván", dice el galerista Paul Kasmin en un video que muestra la colaboración que este artista chileno realizó el año pasado para los relojes Swatch, agregando que "su lenguaje es completamente claro e identificable, es extremadamente brillante. Sus ideas conceptuales están completamente claras, se van a realizar, es una claridad". Y es que aunque ahora son rascacielos y una reja las inspiraciones que conformaron las piezas para la muestra en la galería neoyorquina Paul Kasmin y una instalación para The Armory Show -una de las ferias de arte contemporáneo más importantes de Estados Unidos-, se trata  indudablemente de él.

El mismo que tuvo una destacada participación en la Bienal de Venecia en el 2009 y que, mucho antes, a fines de los noventa, partió a Nueva York sin visa ni trabajo, atraído por la idea de saber cómo funcionaba la escena artística allá. Diez años después inauguraba por partida doble en la Gran Manzana y de la mano de la galería Paul Kasmin, desde donde surgió la idea de  hacer su primera muestra individual a principios de marzo, haciendo coincidir este estreno con la participación de la galería en The Armory Show. "Había que buscar la forma de hacer algo lo suficientemente bueno y distinto, al mismo tiempo de la exposición en la galería. Había que ser radical en esto", cuenta Iván desde Nueva York sobre su participación.

La feria

Algo tan radical como The Armory Fence, una reproducción al estilo Navarro de una típica reja de fierro forjado de 7 x 10 m de largo aproximadamente, que se vende completa o por secciones y que fue calificada por varios medios de comunicación como lo mejor que pudo verse allí.

El haber levantado este límite en  medio de la feria, según Iván, parafrasea al arquitecto Tadao Ando, que dice que "hay momentos en que las paredes manifiestan un poder que roza con lo violento… tienen el poder de dividir el espacio, transformar los lugares y crear un nuevo dominio. Las paredes son el elemento más básico de la arquitectura, pero también pueden ser el más enriquecedor".

The Armory Fence.

Neón, aluminio y energía eléctrica, dimensiones variables. Instalación creada especialmente para la galería Paul Kasmin en la feria de arte de Nueva York The Armory Show 20011.

De esta forma, la obra desafiaba a los visitantes de la feria a poner un límite, generando un territorio que no pasó inadvertido. Sobre su interpretación, Iván cuenta que "lo más importante era trabajar con la idea de circulación, de cómo se mueve la gente en una feria. Normalmente uno entra a un stand y ahí se aprecia el trabajo del artista. Una primera idea fue cómo ocupar el stand con un sentido completamente opuesto. En este caso, estás obligado a ver la obra desde afuera y la obra no le permite entrar a la gente. Es como la idea de la prisión pero invertida. Es estar prisionero pero desde fuera, sin estarlo". Planteamiento del uso de los límites a través de esta reja, que según el artista pretenden "dejar superclaro el perímetro del stand y cuál era el sentido del espacio que está adentro y el de afuera. El espacio completamente vacío que queda adentro, es al mismo tiempo el espacio del arte".

La muestra

Al mismo tiempo de la gran cita en The Armory Show, Navarro inauguró Heaven or Las Vegas, su primera muestra individual en Paul Kasmin Gallery, reuniendo allí una serie de esculturas murales. En ellas proyectó las plantas de 12 rascacielos -como el Empire State, las Torres Gemelas, el Agbar de Jean Nouvel y el Jumeirah Emirates Towers en Dubai- recreando a través de luces de neón y espejos la elevación interior de cada uno, algunos de más de mil metros de altura. Construcciones que representan ambiciosos proyectos de ingeniería e innovaciones en el diseño y que han difundido el desarrollo al estilo occidental en todo el mundo. Pero como siempre, hay algo más. Al interior de estas moles se pueden leer frases como Desierto, Carga, Saqueo, Refugio, que si bien suenan como sentencias políticas, dejan claro que no solo es reproducir la sensación de estar `dentro de´ lo que nos quiere decir. Sobre el título de la muestra, El Cielo o Las Vegas, Navarro cuenta que "tiene que ver con eso de los rascacielos de querer alcanzar el cielo o quedar en algo totalmente banal o terrenal… como Las Vegas. Yo uso mucho el neón, entonces también tiene que ver con extremar una imagen, desde lo más espectacular a lo más normal".

Para este 2011 Iván Navarro ya tiene planeada una exposición en Brasil en junio; su participación en la Bienal de Arte Contemporáneo Prospect New Orleáns y en noviembre estará con una muestra en Roma. Heaven or Las Vegas, Paul Kasmin Gallery, 293 Tenth Avenue, Nueva York.  Hasta el 2 de abril.