Los nuevos desafíos del CNCA
Luciano Cruz-Coke nos habla de la incorporación de las áreas de diseño y arquitectura al interior del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, así como de sus implicancias.
Desde marzo, arquitectura y diseño, además de nuevas tecnologías y artes circenses, son parte de las nuevas áreas del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Este cambio, junto a que el Departamento de Creación Artística pasa a llamarse Departamento de Fomento de las Artes y de las Industrias Creativas, es parte de una serie de desafíos que el CNCA se ha propuesto para acercarse al nuevo paradigma de desarrollo que impera a nivel mundial y que se ha fortalecido por un poco más de una década: economía y cultura unidas, las que abarcan incluso aspectos tecnológicos y, sobre todo, sociales.
Y es que las Unesco establecen la nueva economía creativa como el principal componente del crecimiento económico, empleo, comercio, innovación y de cohesión social en la mayoría de las economías desarrolladas, y a la vez observa que la gran mayoría de los países en vías de desarrollo todavía no son capaces de aprovechar su potencial creativo para su progreso. Chile es un buen ejemplo de esta necesidad. Con una reciente institucionalidad, solo instaurada a partir del 2003, fecha en que se creó el CNCA, está retrasado. "Si nosotros seguimos pensando en la gestión cultural con criterios del siglo XX, estamos quedando absolutamente obsoletos de lo que viene para el mundo", enfatiza el ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke. En la región, países como Argentina y Brasil ya cuentan con un cohesionado aparato en cuanto a sus industrias creativas y una identidad país definida.
El gran tema, explica el ministro de Cultura, es "cómo pasamos de ver la industria creativa y cultural como algo propio de artistas, intelectuales, o de un grupo que tiene cierta institucionalidad positiva frente a las artes, a mirarla como un polo de desarrollo económico, sea a través de ciudades creativas, la construcción de imagen país o el turismo".
"Las industrias creativas son una tremenda oportunidad de crecimiento y emprendimiento. Hasta ahora solo las hemos visto como un costo, no como lo que son, una gran oportunidad de desarrollo", dice el ministro de Cultura.
La serie de cambios estructurales del ministerio y la apertura hacia el fortalecimiento de nuevas áreas creativas como arquitectura y diseño obedecen a este mecanismo, a que "economía y cultura no son lugares polares. Por eso hemos sido tan insistentes con el aporte que hacen las industrias creativas a las nuevas economías de los países. Todo país que tuvo en poco tiempo un desarrollo importante en su economía lleva aparejado necesariamente un desarrollo de sus industrias culturales y creativas, como fue el caso de Finlandia, Dinamarca, Portugal o Corea, que incluso han agotado o no tienen materias primas de exportación. La industria del software en Reino Unido, por ejemplo, paga el 57% del total de los derechos de propiedad intelectual, más que la música... Curioso".
LOS NUEVOS DESAFÍOS
¿Cuál fue la razón de la reestructuración de las áreas y la incorporación de, por ejemplo, arquitectura y diseño? Han tenido desarrollo por sí mismos, tal como nuestros deportistas de elite. Si pensamos en arquitectura y los cruces que hay dentro del aparato del Estado, hay una parte que quedaba fuera, que es la arquitectura como una actividad creativa. Por qué darle la posibilidad a un estudiante de carreras artísticas de viajar al mundo exhibiendo su obra y de presentar sus proyectos, y no dársela a uno de arquitectura o diseño, por ejemplo, como en el caso del proyecto realizado por Jeannette Plaut y Marcelo Sarovic con el Programa de Arquitectura Joven de MoMa -PAL- en Matucana 100. Una iniciativa que además nos ha dejado una huella positiva en términos de imagen internacional. Esa es la razón de la integración.
¿Qué viene para el CNCA? Hay que hacer ciertos ajustes del orden legislativo para permitir que exista mayor inversión de otros sectores: promover la participación de otros actores de la economía, que no son los que tradicionalmente entran en la cultura en Chile. La participación del sector privado apenas ronda en un 9%. Cómo promovemos a esos actores para que entren y produzcan ciertos beneficios económicos y sociales. Hablamos desde la creación de empleo, mejoramientos de infraestructura, hasta el intercambio de bienes y servicios. Ahora en marzo, por ejemplo, estamos mandando al Congreso un mensaje con la reforma a la Ley de Donaciones Culturales. Esta modificación ampliará el universo de donantes a los contribuyentes del impuesto único de segunda categoría que ejercen una actividad laboral en forma dependiente, a quienes están afectos al impuesto adicional y al impuesto a la herencia, entre otros. También ampliaremos el universo de beneficiarios permitiendo que dueños de inmuebles declarados monumentos nacionales, instituciones privadas y públicas con misión patrimonial y producciones audiovisuales culturales aprobadas por el comité de donaciones culturales, sean beneficiarias.
En su última visita, Edna dos Santos, jefa del Programa Economía Creativa en UNCTAD, habló de la falta de campañas de sensibilización para que Chile valore su arte, su cultura y sus productos y servicios. ¿Qué opina? Cuando el New York Times destaca a nuestra capital como uno de los 41 destinos por conocer el 2011 y la describe como una "ciudad que abraza la cultura moderna" es porque se ha hecho un trabajo de imagen país, aunque está bastante atrasado. Estamos trabajando junto a otros ministerios para que se empiece a operar de manera conjunta. Nosotros sufrimos de un grave problema, promocionamos paisaje y productos, y dejamos fuera toda la riqueza cultural que tenemos. Jamás la mencionamos. Debemos ser capaces de construir un relato de imagen país asociado a nuestra cultura, incluso aunque sea una ficción, no necesariamente debe existir, pero nosotros tenemos la agravante de que sí está presente.
Ese trabajo en conjunto que alude a otros ministerios, ¿qué implica? Promoción de nuestros productos para que pueda realizarse el intercambio, estar instalados en ferias y festivales más importantes, y también tener mecanismos suficientemente amables para una inversión en la industria creativa desde el extranjero que permita salvaguardar la distancia idiomática y física de aquellas grandes industrias que están teniendo polos de desarrollo. Un buen ejemplo es lo que está haciendo Colombia. Generar misiones empresariales para que viajen a distintas partes del mundo y poder localizarnos estratégicamente en partes de alta visibilidad. Ese trabajo en conjunto implica reforzar las estrategias de comercialización de nuestros productos culturales y creativos.
También habla de cambios al interior del Departamento de Estudios, ¿cuáles son sus alcances? Es el reto para poder evaluar la economía creativa y tomar decisiones políticas y calificar el trabajo que estamos haciendo. Nuestra estadística no está homologada a los estándares mundiales, los de la Unesco. Contamos con dos buenos instrumentos como el Anuario de Cultura y Tiempo Libre, que lo hacemos en conjunto con el INE, y la Encuesta de Consumo Cultural, pero aún falta. Es clave crear boletines bimensuales que nos permitan tener indicadores para poder compararnos con otros países.
Economía creativa en cifras
- América Latina exporta cerca de US$ 8.6 billones*.
- En Chile, la industria editorial y del diseño son las más importantes, con ingresos por exportaciones de cerca de US$ 200 millones el 2005*.
- A nivel mundial, las exportaciones de bienes y servicios creativos alcanzan US$ 727 billones en el 2008.
*Base de Datos Global de la UNCTAD sobre la Economía Creativa.
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