Hugo Grisanti

, diseñador, y Soledad Valenzuela, artesana, confeccionan el prototipo de "la olla milagrosa"

La artesanía, el lenguaje más puro y claro a la hora de buscar nuestra identidad como pueblo, es la protagonista del concurso Crea Pomaire, una iniciativa liderada por Sercotec, ProChile y Revista ED y cuyo objetivo fue unir el talento y la tradición de la mano artesana, con la experiencia y conocimiento de destacados artistas, diseñadores, arquitectos y ceramistas nacionales.  Pomaire, el pueblo alfarero por excelencia, se convirtió entonces en la sede de esta innovadora iniciativa y plataforma para entregar herramientas útiles a los artesanos del sector a través de la concepción en duplas de un prototipo utilitario o decorativo que se pueda comercializar posteriormente, ayudando con eso al artesano a incrementar sus ventas. Entre los invitados a participar junto a los artesanos destacan los artistas  Gonzalo Cienfuegos, Matías Vergara e Ignacio Gana, los diseñadores Orlando Gatica, Hugo Grisanti y Chantal Bernsau; los arquitectos Mauricio Leniz y Mirene Elton, y las ceramistas Ximena Ducci, Lise Moller y Ruth Krauskopf.

En duplas

La gama de productos fue bastante variada y echando rienda suelta a la imaginación los dúos lograron componer interesantes obras, como lo hecho por el diseñador Orlando Gatica, para quien esta experiencia resultó un ejercicio de diseño complejo, incluso trabajando con un experto, como el artesano Orlando Malhue, con quien creó un recipiente de greda para la sal extraída de Boyeruca, por lo que se juntaron dos elementos tradicionales del país, y se potenciaron a través de un diseño innovador con un packaging acorde. "A través de esta instancia es posible comenzar a generar diseño chileno con identidad, con una génesis y fundamento. Nosotros como país tenemos sustancia para partir desde nosotros mismos, en vez de mirar tanto hacia afuera", aclara Orlando, agregando que con la vasta experiencia que posee Malhue podría lograr producir de una forma más masiva creando una pequeña  industria de producto artesanal.

Mauricio Leniz y Luis Vilches

"Siempre me ha gustado el diseño de objetos, y no es la primera vez que trabajo con arcilla, entonces feliz acepté participar. Además creo que el cruce entre el diseño y la artesanía es un terreno muy fértil,  es bueno que aparezcan nuevos productos e iniciativas", aclara Mauricio Léniz, arquitecto que trabajó junto al artesano Luis Vilches en la creación de una casa de pájaros de 30 cm.

Matías Vergara hizo dupla con César  Elías para crear una nueva versión del típico chanchito de greda, un diseño más vanguardista y del cual el artista cree aprendió mucho de la metodología de fabricación de estos productos que se logra desde la precariedad de los materiales que lo rodean. "Me gustó lo que hicimos porque es diferente, es algo que no se ve normalmente acá, esto me da las herramientas para poder proyectarme a futuro y aprender a diferenciarme del resto", reconoce César Elías.

Ignacio Gana junto a Juana Mendoza realizaron platos para aperitivos con un diseño  minimalista y una visión distinta de los típicos elementos utilitarios que se confeccionan en Pomaire. Por su parte, Ruth Krauskopf, destacada ceramista, compartió experiencias junto a Marisol Abarca; ambas se traspasaron sus conocimientos alfareros y de este productivo intercambio salió un juego de loza con tres tamaños de platos. "Ella me ha enseñado muchas técnicas, como por ejemplo usar la greda en formatos mucho más delgados, y me he dado cuenta de que la greda no tiene límites para hacer diseños distintos, lo que me ha permitido avanzar con modelos que en mi vida habría pensado hacer", aclara Marisol Abarca.

Mirene Elton y Alicia Chávez

La importancia de apoyar la mano de obra chilena es otra problemática que surge de esta iniciativa. Para la diseñadora y orfebre Chantal Bernsau, quien lleva 25 años dedicándose a la joyería no tradicional, "la dupla artesano-diseñador es muy importante porque es la tradición más la innovación. Por eso es fundamental incentivarlos a seguir, y que no abandonen sus oficios. Nuestro gran problema es que la mano de obra de acá no puede competir con la  china, es un tema que se debería incentivar más, como por ejemplo en Argentina, de manera que a través de  todas estas iniciativas exista mayor respaldo a la industria chilena", puntualiza.