Ya a comienzos de los años 60 se iniciaron los planes para llegar a la Luna. Surgía entonces en los Estados Unidos una movida cultural derivada de los avances tecnológicos en naves, del posible descubrimiento de otros mundos y de todo lo espacial. Fue así como se forjó la visión futurista del arquitecto nacido en Michigan, que se impregnó en su trabajo a toda escala. Sus construcciones durante 55 años de carrera fueron sinónimo de esperanza y de sueños de una sociedad que aún no los había cumplido. Además, Lautner (1911 -1994) nunca olvidó relacionar el ser humano con la naturaleza.

Construida entre 1962 y 1963, la residencia Sheats Goldstein, en Beverly Hills, California, fue uno de los grandes íconos de su carrera. Combinó minimalismo y fantasía, naturaleza y audacia futurista. Un techo con forma rectangular proyectado desde el estar hasta encima de la piscina, la terraza compuesta por 750 tragaluces y el mobiliario del living construido en obra. Y eso no es todo. Están los muros de cristal de la misma sala, los suelos de palisandro y el material del cielo que están a la vista. Parece que fuera Marte, pero no.

Y como la casa no podía pasar desapercibida, la marca de ropa interior Intime decidió realizar la moda de su nueva colección primavera-verano 2012 aprovechando los espacios, la luz y el excentricismo de la mansión en L.A. Podremos ver las fotos con su nuevo trabajo a partir de hoy. Una última recomendación. Leer el libro de Bárbara-Ann y Campbell-Lange, Lautner, 1911-1994: Disappearing Space (Basic Art). Disponible en W: Amazon.com