1.    Room 9

Es el misterio y la sensación del momento. Un bar a modo de ‘speakeasy’, que hace alusión a los lugares clandestinos que abrieron en Estados Unidos después de la ley seca y donde se podía hablar tranquilamente junto con beber, de ahí la palabra, la revelación, el goce de lo oculto. Al Room 9 se entra con una llave, una especie de membresía que ya varios tienen repartidos por la ciudad y que queda en la cima del nuevo Tinto Hotel, el lugar donde, en el opuesto subterráneo, está el restaurante 040, que si usted lo visita, será de inmediato invitado a conocer el cielo del bebestible en el piso 9. Aquí está Diego Olivera, conocido como Harrys, un bartender con buena historia de bares en Argentina y él mismo capaz de conquistar con una copa sensual, diferente y también hecha en el momento. Hablamos de que sí, hay una carta de cócteles rica e interesante, pero la gracia del lugar es dejarse encantar por la creatividad y espontaneidad de quien está tras la barra. Nos quedamos con el Cheleno: pisco, hierba mate, jugo de lima y menta. Fresco y profundo con el dejo amarguito que da el mate junto con la menta, que lo levanta. Un trago para seguir varias horas junto a él. También está el coqueto hecho con gin, Aperol, compota casera de manzana y almíbar de lemon grass, sin nombre pero con florcita característica que lo distingue.

2.    Ruca Bar

Relajado, cercano, ameno. El Ruca ya tiene su buena fama de prendido gracias a su carta de tapas españolas con toques internacionales, sumado a una barra donde los tragos de autor se cargan al gin y con buena manufactura. Ignacio González está tras la barra, pero uno de sus dueños, Alberto Ferrero, fue parte de la creación de la carta haciendo una propuesta fresca y rica de tomar. Conocidos por sus jueves de gin a luca (que por cierto se llena) y por hacer sentir como en casa, tienen el grandioso Southside Fizz, un copón de aquellos con un brebaje encantador cargado a la menta; es una especie de mojito pero hecho con gin, que además lleva limón de pica, goma casera, jengibre fresco, agua tónica y mucho hielo. Tan rico como el verano que asoma y tan liviano como la ropa que se usa. La otra delicia es el Gin Ice Tea, con gin infusionado en té  Earl Grey, jugo de pomelo, de piña, syrup de romero y romero fresco. Servido en frasco y con ese hielito tan necesario para capear el calor y hacer del atardecer uno mágico. No se lo pierdan que están exquisitos.

3.    Kinsa

Claudio Gambetta, campeón panamericano de Coctelería 2015, en la categoría New Era Drinks, es el autor de una carta de tragos peculiar, sabrosa, llamativa. Él es el hombre que está tras la barra de Kinsa, abierto desde noviembre, donde además de haber un mercadito con varios productos de distintos lugares de Chile y una rica carta de platos, hay una terraza agradable donde el sentarse a disfrutar es la consigna. Los tragos tienen toques originales que pasan por esencias, gotas florales, mezclas curiosas. Puede probar un pisco sour de receta secreta y personal -asegura Gambetta- con toques de rosa e hibisco, hasta pócimas que él mismo hace en el momento no necesariamente guiándose por la carta; todo está en el estado con que se llegue y descubriendo con qué se quiere deleitar el momento. Bien por el Kinsa Pear, un trago con whisky Grant's, jugo de pomelo, jugo de pera y té chai, algo ahumado, con el jugo equilibrando y el toque del té indio definitivamente conquistando. Vaya abierto, queriendo descubrir, explorar. Vaya gozoso y pídalo, que es rico para cualquier hora del día.

4.    Red Luxury 

Harto look de años 20 en Estados Unidos haciendo honor a los mencionados 'speakeasy', cargado al rojo y la tentación. Aquí, uno de los bares más comentados del año, creado por la familia Agostini, y lo que se quiere es lograr entrar a un estado sabroso de juego y diversión con tragos exquisitos y llamativos al igual que el bar. Con terraza pequeña pero acogedora se vive el goce del tomar diferente, con tragos bien pensados y llenos de detalles que los convierten en apetecibles. En el Red la barra, de varios bartenders, tiene una pizarra con las especialidades del día, de esas imperdible es el Bollevardier, una botellita que llega con una mezcla increíble de Bourbon, vermouth Dolin y Campari, perfecto para los que adoran los tragos amarguitos pero jugosos, un vicio que se va sirviendo de a poco en un vaso con hielo gigante que lo deja perfecto. Además está el ultraveraniego La Inglesa, con gin Bombay, bitter truth, menta y pepino, ideal para los que gustan de cosas frescas, el toque del pepino y el adorable gin. Hay harto más para elegir, de hecho tienen una gran selección de gin que sirven en diferentes vasos y copas con una serie de especias que los convierten en coquetas mezclas.