Joe Biden inicia su mandato con un fuerte foco en inmigración

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, saluda mientras la primera dama se pone la mano sobre el corazón durante la revisión del pase antes del desfile del Día de la Inauguración, en Washington. Foto: REUTERS/Mike Segar

El mandatario planea órdenes ejecutivas adicionales el 29 de enero, incluida la restauración de las protecciones de asilo por parte del país, el fortalecimiento del procesamiento de refugiados y la creación de un grupo para reunificar a las familias separadas por las políticas fronterizas de Trump


A las pocas horas de jurar como presidente este miércoles, Joe Biden enviará un proyecto de ley que abriría un camino hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes que permanecen en el país de manera ilegal, en un marcado contraste con las políticas del saliente presidente republicano Donald Trump.

“El demócrata firmará 15 decretos el miércoles”, dijo la portavoz Jen Psaki. Al menos seis de ellos se ocuparán de la inmigración, lo que lo convierte en un foco importante del primer día del mandatario.

Las acciones incluyen el levantamiento inmediato de las prohibiciones de viajes de algunos países, en su mayoría musulmanes, revertir una orden de Trump que impide que los migrantes que se encuentran en el país ilegalmente sean contabilizados cuando los distritos electorales del congreso sean redefinidos y detener la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México.

Biden también firmará un memorando ordenado al Departamento de Seguridad Nacional y al fiscal general que preserve el programa de Acción Diferida para los llegados en la infancia (DACA), que protege a los migrantes que llegaron al país cuando eran niños de la deportación, y revertirá una orden ejecutiva de Trump que pide una aplicación más estricta de normas de inmigración.

El mandatario planea órdenes ejecutivas adicionales el 29 de enero, incluida la restauración de las protecciones de asilo por parte del país, el fortalecimiento del procesamiento de refugiados y la creación de un grupo para reunificar a las familias separadas por las políticas fronterizas de Trump, según un memorando compartido con los legisladores y obtenido por Reuters.

Además, Joe Biden levantará las barreras a la inmigración legal establecidas por su predecesor republicano en los últimos cuatro años, de acuerdo al memorando.

También se espera que ponga fin a un programa de Trump llamado Protocolos de Protección al Migrante, según señaló una persona familiarizada con el plan. El programa ha dejado a decenas de miles de solicitantes de asilo esperando en México las audiencias judiciales de Estados Unidos, muchos atrapados durante meses en tiendas de campaña cerca de la frontera.

En conjunto, las acciones muestran que Biden está comenzando su presidencia con un enfoque nítido en la inmigración, Tal como Trump mantuvo el tema en el centro de su agenda política hasta los últimos días de administración.

Dificultades en el camino

Sin embargo, levantar las prohibiciones puede ser una tarea más fácil que lograr que el Congreso apruebe la ambiciosa propuesta legislativa que Biden planea presentar el miércoles

La propuesta establecerá una hoja de ruta de ocho años hacia la ciudadanía para muchos de los 11 millones de inmigrantes que se estima que viven en el país ilegalmente, según un documento informativo distribuido a periodistas por los funcionarios entrantes de la Casa Blanca el martes.

Los inmigrantes elegibles que se encontraban en el país al 1 de enero recibirán un estatus temporal por cinco años, antes de que se le otorguen “green cards” para la residencia permanente, que está sujeta a ciertos requisitos, como la verificación de antecedentes. Luego podrían solicitar la ciudadanía, después de tres años más, dijeron las autoridades.

El tiempo de espera para la legalización sería mas corto -tres años- para algunos de los aproximadamente 645.000 beneficiarios del programa DACA y más de 400.000 inmigrantes que viven en los Estados Unidos con Estatus de Protección Temporal (TPS). También se aceleraría para algunos trabajadores agrícolas.

Si se aprueba, sería la reforma legislativa más grande del sistema de inmigración de Estados Unidos desde la administración del presidente republicano, Ronald Reagan, en la década de 1980.

Durante décadas, el Congreso no ha logrado aprobar una importante reforma migratoria. Si bien los demócratas tienen una mayoría en la Cámara, el Senado está divido 50-50 con la vicepresidenta entrante, Kamala Harris, como el voto de desempate. La falta de apoyo bipartidista ha obstaculizado los esfuerzos anteriores para reformar el sistema de inmigración.

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