Ortega asume cuarto mandato en Nicaragua sancionado y aislado de Occidente

El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, Rosario Murillo saludan en un acto en Managua, Nicaragua, el 5 de septiembre de 2018. Foto: Reuters

El Presidente de Nicaragua iba a realizar una ceremonia de juramento ante el Parlamento en la plaza de la Revolución, en el antiguo centro de Managua.


El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, asumió ayer su cuarto mandato consecutivo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, en medio de nuevas sanciones y presiones de Estados Unidos y la Unión Europea, pero con el apoyo de China y Rusia.

Ortega, de 76 años, iba a prestar juramento ante el Parlamento, de mayoría oficialista, en una ceremonia en la plaza de la Revolución, en el antiguo centro de Managua. El acto iba a ser transmitido en cadena nacional de televisión.

La investidura del exguerrillero sandinista tiene como telón de fondo las sanciones aplicadas en los últimos tres años por Estados Unidos y la Unión Europea a familiares, allegados, funcionarios y algunas entidades como la policía y la fiscalía, por corrupción y violación a los derechos humanos.

Washington y Bruselas consideraron además que no fueron “democráticas” las elecciones del 7 noviembre, en las que Ortega resultó reelegido con los principales opositores presos o en el exilio. Estados Unidos y la UE anunciaron ayer nuevas sanciones contra altos funcionarios, incluidos dos hijos de Ortega y Murillo y tres entidades estatales, el mismo día en que el líder sandinista inaugura su nuevo período presidencial.

Un vendedor vende camisetas con la imagen del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo, en una estación de buses de Managua el 10 de enero de 2022, día en que inicia su cuarto mandato. Foto: AFP

Varios países latinoamericanos a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) han desconocido también la legitimidad de los comicios y han demandado la liberación de los opositores presos.

Las acciones de la comunidad internacional han sido calificadas por el gobernante sandinista como “agresiones” contra su país. También ha acusado a Estados Unidos y a la UE de “injerencia” e “irrespeto a la soberanía”, y en noviembre pasado pidió iniciar un proceso para retirar al país de la OEA.

El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, es el primer jefe de Estado que llegó a Managua al acto de toma de posesión. Murillo adelantó que a la ceremonia iban a asistir varios cancilleres, entre ellos los de Bolivia, México, Palestina y República Árabe Saharaui Democrática.

El Presidente de China, Xi Jinping, nombró como enviado especial a Cao Jianming, vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional del gigante asiático.

Se confirmó la presencia de comitivas de Rusia, Irán, Corea del Norte, Siria, Cuba, Venezuela, Honduras, Belice, Vietnam, Laos, Camboya, Angola, Turquía, Bielorrusia, Turquía, Egipto, Malasia y Yemen.

Diputados del nuevo parlamento participan en la ceremonia inaugural de la Asamblea Nacional, antes de la ceremonia de juramentación del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Foto: Reuters

El nuevo mandato y los presos

La liberación de unos 160 opositores presos pesará en las decisiones que adopte Ortega en el comienzo de su cuarto mandato, según Orozco y la poetisa y disidente sandinista, Gioconda Belli.

Más de 40 opositores, periodistas y críticos del gobierno fueron detenidos entre junio y diciembre de 2021, incluidos siete potenciales rivales de Ortega en las elecciones de noviembre.

A este grupo se suman otras 120 personas que están encarceladas por participar en las protestas del 2018, cuya represión dejó 355 muertos y más de 100.000 exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El gobierno considera que los detenidos son “criminales” que se organizaron para un golpe de Estado con ayuda de Estados Unidos.

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