Cuando se van a cumplir dos años de la fastuosa boda que unió a la actriz Liz Hurley con el empresario textil Arun Nayar, los rumores de crisis comienzan a sonar en los medios británicos.

Cercanos a la pareja aseguran que Nayar está cansado de la obsesión de su mujer por mantener su estatus social en el mundo del espectáculo y rechaza de lleno el proyecto que Hurley tiene en mente de protagonizar su propio reality show en televisión, en que va a desarrollar una granja orgánica.

Según comentan sus amigos, cuando el empresario indio conoció a la actriz descubrió lo que era la vida social de una estrella en Reino Unido y lo consideró "excitante", sin embargo ahora "piensa que es tedioso", explican al Daily Mail.

Así, estas fuentes dicen que él ha confesado a su círculo más íntimo que "ella se parece más a un jefe que a una esposa". "Arun no comparte la idea de que su mujer aparezca en la  televisión mientras trabaja en su propia granja orgánica, él es un empresario muy rico y considera este proyecto bastante vulgar", aseguran sus amigos que, apuntan que ella no hace caso a sus opiniones.

Pero esta actitud de la protagonista de Austin Powers no es el único motivo que la publicación inglesa atribuye a esta situación. Al parecer la constante presencia del ex novio de la actriz, Hugh Grant, en su vida, no le agrada demasiado a Nayar.

Según relatan en dicha información, el marido de

Hurley

se sintió muy frustrado las pasadas navidades cuando Liz decidió pasar los primeros días de vacaciones de las fiestas junto a su hijo Damien, de seis años, y el propio Grant.

Y es que Nayar no pudo disfrutar de sus vacaciones debido a sus negocios, por ello la intérprete no dudó en pedirle a su ex pareja que la acompañara.

De este modo, ambos fueron descubiertos el pasado 15 de diciembre de 2008 como una "familia feliz" -describía el diario que dio la noticia- en un lujoso hotel de Las Antillas.