Loreto Aravena y su rol en Los 80: "Claudia está tratando de sostener una mentira"
El primer episodio del cuarto ciclo de la serie marcó 33 puntos de rating.
Fueron sólo unos segundos, pero suficientes para dar luces de una de las grandes interrogantes en la trama de la cuarta temporada de Los 80. Anoche, la serie de Canal 13 regresó a la pantalla con un capítulo marcado por la ausencia y el incierto paradero de Claudia Herrera (Loreto Aravena), la hija mayor de la familia protagonista, quien al final del ciclo anterior había dejado su hogar con rumbo desconocido. Una incertidumbre que se despejó hacia el final del episodio de ayer, donde se alcanzó a ver cómo Juan Herrera (Daniel Muñoz) logra llegar hasta Mendoza, donde se produce el primer encuentro con su hija, luego de seis meses. La temporada partió liderando en sintonía: entre las 22.32 y las 23.51 marcó 33 puntos de rating online. En el mismo horario, Chilevisión obtuvo siete puntos, TVN nueve, Mega 11 y La Red tres.
"Yo creo que (el de anoche) es de los capítulos más terribles de los que se han mostrado de Los 80", asegura Loreto Aravena, sentada en el sillón del prolijo set que sirve de living de la casa de los Herrera. Una locación que la actriz prácticamente no ha visitado durante las grabaciones de la presente temporada de la serie -"sólo he venido a saludar al equipo", cuenta-ya que las escenas de su personaje, al menos en los primeros capítulos, no se situarán en la casa familiar.
Por la historia de Claudia en esta temporada, Aravena admite que este ha sido un ciclo duro de grabar. "Es todo súper dramático y eso es un desgaste emocional súper fuerte para un actor, porque hay que estar cinco mil veces más concentrado y tratando de traspasar al espectador lo que uno realmente está sintiendo. Siempre que me veo siento que me quedo un poco corta; que no logra traspasarse todo lo que en ese minuto yo viví al hacer esa escena", comenta la actriz, aunque agrega que con tres ciclos completados, ya tiene un entendimiento de lo que pasa por la cabeza de Claudia. "Es un personaje que ya llevo cuatro años haciendo y siento, modestia aparte, que lo conozco. Trato de entenderlo desde la historia para atrás que tiene", explica.
Momentos de tensión
Pero aunque el personaje de Aravena no está en la casa familiar, de todas formas genera momentos tensos, como otro que se vio anoche: la familia Herrera sufrió un allanamiento de parte de agentes de la CNI, quienes buscan a Claudia y a su pareja, el frentista Gabriel (Mario Horton). Según la actriz, lo que se vio ayer en pantalla marcará gran parte del desarrollo de esta temporada, que comienza en 1986 y llega hasta 1987: "El capítulo marca lo que va a ser el resto de la serie, con una relación familiar totalmente fragmentada y en la que los personajes tienen que seguir con sus vidas, como si esto fuese algo normal, tratando incluso de aparentar ante sus vecinos".
Junto con esto, la actriz adelanta que el exilio forzado de su personaje condicionará especialmente la relación con su madre, Ana (Tamara Acosta), quien ve esta situación como una "traición" por lo que provoca en la familia. "Ella siente dolor por vivir en peligro por culpa de Claudia", explica.
Clandestina
La vida en la clandestinidad de Claudia Herrera no sólo cambiará la dinámica familiar. Tal como adelantaron en su momento Tamara Acosta y Daniel Muñoz, el cuarto ciclo de Los 80 -que incluirá eventos históricos, como el atentado a Augusto Pinochet y el paso del cometa Halley por Chile- tendrá, además, un giro en cuanto a lo político. "Tiene que ver con que ese año estaba pasando un montón de cosas en el país, entonces había que mostrar todo eso; cómo se estaba peleando contra la dictadura, ahora ya no sólo con protestas y panfletos, sino también con armas", dice la actriz.
Pero aunque su personaje sea el que muestra el lado más político de la serie, Aravena no siente que sea un programa muy politizado. "La serie pone de manifiesto una década súper dura para el país, pero no es una serie que te muestra de manera explícita todo lo que ocurrió, sino que muestra hechos puntuales y cómo van afectando a una familia común y corriente", argumenta.
El cambio de vida traerá también consecuencias en la apariencia de la hija mayor de los Herrera, quien, según Aravena, a partir de ahora lucirá "más demacrada, de pelo corto, angustiada todos los capítulos. Ya no es la Claudia que sonreía siempre", cuenta. Y agrega: "Claudia está tratando de sostener una mentira finalmente, porque lo cierto es que no se encuentra bien donde está, alejada de su familia".
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