Maxwell no anda de ansioso por la vida. Algo agobiado por las demanadas de la gran industria, por las exigencias de un mercado que lo vio nacer como una de las mejores voces del neo soul de fines de los noventas, el cantante nacido hace 36 años en Brooklyn se tomó ocho años sabáticos, ocho temporadas que le sirvieron para sofisticar su gusto por la mejor escuela de la música negra y protagonizar uno de los mejores regresos de los últimos seis meses.

BLACKsummers'night (2009), el primero de una trilogía que pretende terminar en 2011, es tan elegante como embriagador y tiene algunas de las mejores canciones firmadas por este tipo que, a partir de ahor, comienza a calificar como imperdible.

Stop the world, una de esas baladas seductoras, de giros imposibles y arregladas con el manual y sonido de los setentas, está entre las cumbres de un título de amplia resonancia emotiva y que la crítica del mundo ya califica como de escucha obligada.