Si se habla de países que ya no existen, lo primero que se viene a la memoria son naciones europeas. Alemania Federal, Alemania Democrática, Checoslovaquia, Yugoslavia, Unión Soviética. Más que nada por un tema de cercanía temporal, pues el XX fue especialmente “movido” para el Viejo Continente. Las dos guerra mundiales remecieron el mapa europeo.

Pero este fenómeno también se dio en América, tanto en el norte, centro y sur del continente, pero sobre todo concentrado en el siglo XIX. Después delos procesos independentistas americanos, las fronteras y las estructuras de gobierno sufrieron constantes movimientos. Aquí recortamos algunos estados americanos que dejaron de existir en medio de esa época.

La Gran Colombia

Tras el proceso independentista, en 1819, se firma la constitución de la República de Colombia (conocida como la Gran Colombia, para diferenciarse de la actual) que abarcaba a cuatro naciones actuales: Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá. Las disputas entre grupos federalistas y centralistas, terminó por acabar con esta nación, en 1831. Después vinieron varios estados que se limitaron a los actuales territorios de Colombia y Panamá: República de Nueva Granada, Confederación Granadina y Estados Unidos de Colombia. Panamá se independizaría de Colombia en 1903.

Estados Unidos de Centro América

Al lograr la independencia de España, las naciones centroamericanas optaron por imitar la estructura de Estados Unidos y organizarse en un sistema federal bajo el nombre oficial de Provincias Unidas de Centro América, a partir de 1823. Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y Honduras quedaron bajo esta nación que al poco andar cambió su nombre a República Federal de Centro América. Las naciones integrantes, sin embargo, empezarían rápidamente a abandonar la estructura federal: Nicaragua fue el primero, luego siguieron Honduras y Costa Rica. Al final, este país dejó de existir en 1839.

Tres países transandinos

A la caída del régimen colonial, la nación que heredó los territorios del virreinato del Río de La Plata fue Provincias Unidas del Río de la Plata, que abarcaba territorios de Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú y Paraguay. Pero al poco andar se fueron separando de este país Paraguay, Bolivia y la zona que abarcaba actualmente territorios de Perú. En 1828, Uruguay también se separa y en 1831 se da por muerta a las Provincias Unidas, que dan paso a la Confederación Argentina, pero en 1852 se separa la capital y se crea al Estado de Buenos Aires, que duraría hasta 1861. Tras una guerra, ambas organizaciones de unificarían y se formaría la actual Argentina.

La Confederación Perú-Boliviana

Tuvo vida entre 1836 y 1839 e incorporó a Perú y Bolivia. Tras un periodo de gran caos en suelo peruano, el presidente boliviano Andrés Santa Cruz logró unificar ambos estados y asumió el cargo de Supremo Protector de la Confederación Perú-Boliviana. Esta nación llegó a su fin en 1839 tras la derrota de Santa Cruz a manos del ejercito chileno junto a fuerzas peruanas unionistas.

Tres imperios

Suenan pomposos y relacionados más a la historia europea, pero en América también existieron imperios tras la colonia española.

Imperio Mexicano: tuvo dos capítulos. Tras la independencia, por dos años México asumió la estructura de imperio liderado Agustín de Iturbide, un general mexicano que asumió como Agustín I. Sin embargo, este ensayo monárquico duró dos años. El segundo imperio mexicano se extendió por cuatro años y estuvo liderado por Maximiliano I, un príncipe europeo de la casa de los Habsburgo. La intentona imperialista acabó con el triunfo de las fuerzas republicanas y el fusilamiento del emperador.

Imperio Brasileño: al separarse del reino de Portugal, Brasil se estructuró como un imperio, periodo que se extendió entre 1822 a 1889.

Imperio de Haití: comenzó en 1805. Tuvo un paso bastante turbulento y su fin llegó en 1859.