SEÑOR DIRECTOR:
“Nos está matando”, dijo el expresidente Frei, y “nos preocupa y casi nos desespera”, señaló el ministro Marcel. El abuso indiscriminado de la burocracia y la desmedida cantidad de trabas estatales a la hora de obtener permisos y autorizaciones es una triste realidad que ha agravado profundamente la endeble situación económica del país.
El fenómeno de la permisología ha llegado a extremos tales que iniciar un proyecto de construcción puede tardar hasta 10 años por interminables trámites con el Estado. No sólo es insólito considerando los beneficios que trae consigo recibir grandes proyectos de inversión, sino que también inhibe la iniciativa privada cuando más urge en el país.
La situación es insostenible, y rediseñar el sistema de permisos estatales hacia una “ventanilla única” que acelere los trámites en una sola instancia y fomente la inversión debiera ser hoy la prioridad para reencauzar a Chile por la vía del crecimiento. Es simple: menos burocratismo, más celeridad y diligencia.
Raimundo Astaburuaga Cruz
Instituto Res Publica
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