Luego de años de litigios en tribunales y una serie de desavenencias familiares, las disputas entre los herederos de la Fundación Oscar y Elsa Braun fueron zanjadas con un acuerdo entre las partes. Según informó la propia entidad mediante un aviso inserto, con el arreglo se puso fin “a las genuinas diferencias en torno a las estrategias de inversión de la fundación”.

La fundación fue creada el 21 de junio de 1956 y contaba con un patrimonio inicial de US$ 20 millones destinados a apoyar la especialización de médicos en Chile y el extranjero.

Pero en 2004, una querella por asociación ilícita, estafa y apropiación indebida, en contra de Juan Braun Lyon y su hijo Juan Braun Llona; Manuel Cruzat Infante, José Luis Cruzat Valdés y otros directivos del grupo CB, por parte de las hermanas Sonia y Myra Poklepovic Braun, iniciaría las discrepancias.

La querella sostiene que en 1999 Braun Lyon, como presidente de la fundación, hizo un cambio en la política de inversiones definida en los estatutos, los cuales determinaban que sus recursos sólo podían invertirse en valores “de primera categoría comercial y financiera, estables, de presente cierto y de futuro halagador, que hayan pagado dividendo por 5 años seguidos. En ningún caso deberán hacerse inversiones en valores mineros ni bienes raíces ni fundos rústicos ni valores o monedas extranjeras”.

Además, Sonia y Myra Poklepovic Braun, acusaron a su primo Juan Braun Lyon de destinar recursos a comprar acciones del holding de Cruzat, lo que también iría en contra de los reglamentos de la fundación.

Uno de los últimos antecedentes del caso se remonta a 2013, año en el que Braun Lyon y Braun Llona, fueron procesados por el 34 Juzgado del Crimen, en esta instancia fueron acusados de apropiarse de $4.600 millones.

PULSO intentó contactar a la fundación con el fin de obtener mayores detalles sobre el acuerdo, pero no hubo respuesta.