Dante Contreras, profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, experto en temas de educación, pobreza, distribución del ingreso, políticas sociales y evaluación de impacto, y director de Codelco, decidió ingresar al debate político asumiendo un rol protagónico en el comando de Ricardo Lagos.

No era un entrevistado asiduo en los medios, más bien prefería el silencio, probablemente porque no le agrada el tipo de discusión que se origina. "En Chile se habla con muchos eufemismos, mucho calificativo, condicionante que lleva a que las cosas se digan a medias, a mí me gustaría hacer una discusión franca, directa".

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En esta entrevista aborda la situación económica y apoya las reformas de Bachelet. Sin mordaza.

¿Cuál es su diagnóstico de la situación económica actual?

-La economía está en una situación bastante compleja, producto del bajo crecimiento sostenido y de la baja actividad de la minería. Es una situación compleja de mejorar, con un ritmo de crecimiento más lento de lo que hubiera gustado.

¿Cuánto efecto sobre este crecimiento tuvieron las reformas impulsadas por este gobierno?

-No existe ninguna evidencia empírica que demuestre eso. He leído ese argumento en varios analistas, sin embargo no conozco ningún estudio capaz de demostrarlo. Le escuché alguna vez ese argumento a José Ramón Valente y a Klaus Schmidt-Hebbel, pero ellos nunca han provisto de ningún material suficientemente convincente -aparte de gráficos y cosas muy elementales-, que puedan demostrarlo. Probar que las reformas afectaron el crecimiento es muy difícil de hacer en un corto período de tiempo y además porque el menor ritmo de crecimiento se manifestó antes de las reformas, por el fin del ciclo del precio del cobre.

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¿O sea no cree que hayan afectado en algo?

-A mi juicio es incorrecto atribuirle a las reformas el menor crecimiento. Si se piensa bien en un análisis de largo plazo, las medidas claves para que el país creciera eran -mucho antes del Gobierno actual- mejorar los niveles del precio de la energía y el capital humano. Efectivamente lo que se consiguió en este gobierno fue ir bajando los precios de la energía con una matriz mucho más limpia; y además se está haciendo una reforma educacional que también debiera llevar como consecuencia una mejor calificación de los trabajadores. Entonces, desde el punto del crecimiento de largo plazo, estas reformas debieran ser pro crecimiento.

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Pero la discusión de estas reformas puede haber afectado las confianzas, como lo señalan todos los indicadores de consumidores y empresariales.

-Claro, la confianza puede afectar variables como el consumo y la inversión, pero también hay otros componentes como el ritmo de las exportaciones, los precios de los commodities , esto es multivariado, no son sólo uno o dos factores. Efectivamente cuando uno ve las encuestas las confianzas de los inversionistas y de los consumidores han caído, sin embargo los fundamentos relevantes para el crecimiento de largo plazo eran energía y educación y esas dos reformas a mi juicio avanzaron en la dirección correcta.

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Señaló que era bastante complejo mejorar el escenario económico, ¿cómo se podría hacer?

-Una economía como la chilena requiere viento de cola, como un mejor precio del cobre que impulsa inmediatamente la inversión y rebalsa a otros sectores. Segundo, creo que el Banco Central estuvo lento en bajar la tasa y creo que esa medida deberá notarse en consumo e inversión e impulsar un poquito la economía. Lo otro que se podría hacer, que es consistente con la política de corto y largo plazo, es algo que el Presidente Lagos hace rato está proponiendo que es generar un fondo ambicioso de inversión público privada que se traduzca en un mayor ritmo de inversión. Creo que estos tres factores podrían configurar un buen equilibrio.

Con un mayor precio del cobre van a mejorar los ingresos del fisco, ¿cuál sería el mejor uso?

-Creo que hay que buscar un balance. Si tuviéramos un escenario externo algo más favorable le daría cancha al próximo ministro de Hacienda para ser un poquito más agresivo en términos de gasto adicional, me gusta mucho la idea de tener un fondo de inversión grande, ambicioso.

Dijo al próximo, ¿no cree que este ministro puede hacer algo?

-El escenario de este ministro es de un horizonte bastante limitado y los efectos de una mejora económica recién se empezarán a notar a mediados de este año, no tiene mucha cancha para avanzar en este sentido. A este ministro de Hacienda le tocó bastante duro, Chile se embarcó en una serie de reformas que debió haber hecho hace mucho tiempo, y su rol lo está haciendo responsablemente de asegurar el financiamiento de las reformas, más que ir planificando cómo será el próximo período.

Volvamos a las reformas ¿si eran las que necesitaba el país, cómo se explica que la Presidenta tenga tan baja evaluación y también las reformas?

-Hay que pensarlo así: muchas de estas reformas, por una parte, han tenido bien mala prensa con un análisis bastante pobre y mezquino de parte de muchos analistas, y además son reformas que pegan en el largo plazo. Acá hay una miopía del valor de la reforma en sí, ha habido mucha gente que ha desinformado y el Gobierno ha fallado en comunicar los beneficios de las reformas y cuándo se verían. Si uno pone un analista externo a Chile, no contaminado con la política y se le presentan las reformas diría "OK, habría hecho más de esto, menos de esto otro, pero en general diría que en lo grueso van en la dirección correcta".

¿Sólo una falla en comunicar, no en el diseño de las mismas? ¿No hubo improvisación?

-Efectivamente ese concepto está instalado en la opinión pública, pero cuando uno pregunta que habrían hecho distinto… por ejemplo le escuché al ex ministro Burgos (Jorge, de Interior) decir que le habría gustado mayor gradualidad en las reformas de educación, y resulta que las reformas de copago, selección, de nueva educación pública, de carrera docente son graduales, ¿entonces? Es que muchos repiten como loros lo que otros están diciendo, y no se detienen a pensar.

Pero toda esa gente tiene peso político y económico.

-En ese sentido la elite intelectual de este país está absolutamente al debe, se dedicó a Twitter y no a pensar; a la reflexión instantánea y no a la reflexión pausada ni al análisis técnico. Eso le ha hecho mucho daño a la situación que estamos viviendo hoy en la política y en las confianzas. Creo que la gente está bastante decepcionada de la elite y a mi juicio es con razón por la poca seriedad con la que han llevado estas discusiones.

Es dura su crítica.

-Mire, ante la preguntas ¿las reformas son causas del menor crecimiento? Yo como economista puedo responder que no hay ningún paper que haya demostrado eso. Una vez responsablemente un economista dijo que tenía un estudio demostrándolo, le pedí el estudio y eran 5 páginas de power point, ¡eso no es serio!. Creo que efectivamente hay conceptos instalados en la sociedad, pero cuando uno se detiene a pensar donde están los fundamentos de estas críticas, ésta se debilita bastante, y eso es preocupante porque ha sido sostenido por columnistas en diarios, analistas de izquierda y de derecha, y cuando uno va al detalle la mayoría de las veces son planes comunes, críticas bastante precarias.

Al decir un analista no comprometido con la política, ¿está señalando que acá hablan desde la política y no desde su terreno en su caso, como economista?

-Absolutamente. Parte del descrédito de la elite es que ya todo el mundo entiende que cuando alguien habla como analista lo hacen con una camiseta o con un sombrero, no con un interés genuino de hacer un aporte, ese es un problema serio y nos va a pegar en el corto plazo. Hay muchos que hablan como analista en un montón de temas donde no es tal, y todo el mundo se da cuenta, realmente estoy bastante decepcionado de esa posición.

Muchos de ellos son economistas, ¿está decepcionado de sus colegas?

-Sí, claro, por supuesto, estoy bien decepcionado de muchos de mis colegas. Si efectivamente muchas de las críticas fueran sostenidas con un paper o un argumento sería mucho más creíble o podríamos entrar a un terreno de debatir, pero vestirse de analista para dar una opinión liviana creo que no corresponde.

Hay muchos analistas que hablan de revisar la Reforma Tributaria (RT) en el próximo gobierno, ¿qué opina de eso?

-Primero corresponde evaluar cuáles son los compromisos fiscales y ver si la RT permite solventar esos gastos bajo la premisa de gasto permanente, ingreso permanente. Segundo, en la OCDE los tributos son progresivos, en Chile son neutros, es decir que hay una serie de espacios vacíos que permite a la gente eludir impuestos. Evaluar también si es capaz de cambiar la distribución del ingreso o los vacíos de la elusión…

Ellos se refieren más bien a estimular la inversión...

-¿Se refieren al FUT? Muchos de mis colegas cuando se habla de la gratuidad universal en la educación superior reclaman diciendo que es un subsidio a los ricos, que no corresponde, pero el FUT también es un subsidio a los ricos y ahí no los veo alegar con el mismo argumento ¿se entiende? Entonces la invitación acá es si vamos a hablar en serio, hagámoslo, pero en todos los temas.