Una serie de cambios experimenta la industria frutícola en Chile, cuyas exportaciones durante la última temporada alcanzaron los US$4.738 millones, según el Banco Central.

Y es que el camino para el sector agroexportador no ha sido fácil en estos últimos años. La sequía, un prolongado tipo de cambio bajo y un alza sostenida de costos en mano de obra, ha arrastrado a todo el sector a reestructurar sus operaciones, con un sólo objetivo en mente: mejorar la productividad  y rentabilidad frente a mercados cada vez más exigentes, que obligan a la industria a invertir en nuevas tecnologías.

Y David del Curto no es la excepción.

La compañía es una de las cinco mayores exportadoras de fruta del país y según confirmaron diversas fuentes a PULSO desde hace tres años está en un proceso de reestructuración y racionalización destinada a mejorar sus resultados, y que debiera concluir en septiembre, justo con el comienzo de la nueva temporada.

Recientemente la compañía controlada por el grupo Corso, ligado a una de las accionistas de Falabella, Teresa Solari, ha cerrado plantas, vendió una, y ha fijado a Curicó como su centro de operaciones.

De hecho se encuentra ad portas de inaugurar una moderna planta en esa ciudad, cuya inversión alcanzó los US$20 millones.

Pero la reestructuración va más allá: Su directorio ha sostenido conversaciones con al menos cinco frutícolas para forjar una alianza a fin de hacer más eficientes sus costos y seguir expandiéndose. Entre las contactadas está Subsole.

Según cuentan cercanos a la compañía la estrategia apunta a acordar un sistema de embalaje común para las empresas, pero que identifique a la fruta chilena.

La idea es que el material sea biodegradable y sirva de emblema para las exportaciones frutícolas, explican fuentes de la industria.

El 60% de lo que vende David del Curto a 50 mercados es uva de mesa y manzana, seguido de ciruelas, peras, kiwis, cerezas. Sus ingresos bordean los US$ 150 millones al año y 10 millones de cajas, de las cuales sólo 30% se produce en campos propios.

Uno de los ejes de los planes futuros tiene que ver con este último punto. Se le ha encomendado a la plana ejecutiva alejarse de la compra de fruta a terceros y aumentar la participación de fruta propia. Por ahora nuevos planes de expansión están congelados.

Renovación total.

A fines de 2005 junto al fondo Proa II, la socia de Falabella, Teresa Solari ingresó a la propiedad de David del Curto. Tres años más tarde la accionista del retailer se hizo del control de la compañía al suscribir la mayor parte de un aumento de capital mediante el cual subió desde 20%  a tener casi el control completo de la sociedad.

A partir de allí vinieron una serie de movimientos y la renovación de la plana directiva. A cargo del día a día está Vlamir Domic Cárdenas, ex gerente general de la operadora de Transporte Público, Alsacia.

Sin embargo, las direcciones matrices pasan por el directorio que es integrado por Juan Carlos Cortés, Julio Fernández, Michael Grasty, Alfredo Ergas, Claudio Israel y Elizbeth Lehmann.