
CFA pide al gobierno nuevas medidas para contener gasto este año y ve riesgo de que la deuda supere el 45% del PIB al 2027
En su informe presentado al Congreso, el Consejo Fiscal Autónomo advirtió que el país se encamina a un tercer incumplimiento consecutivo de la meta de Balance Estructural. Ante esto, recomendó al Ministerio de Hacienda implementar una serie de medidas, entre ellas, reducciones de gasto corriente adicionales durante 2025.

El análisis de la situación fiscal por la que atraviesa el país es de cuidado. En eso hay consenso entre los especialistas. Y si bien el juicio que tiene el gobierno sobre el manejo fiscal que ha tenido durante este período es positivo, ya que señalan que han sido responsables fiscalmente, una opinión distinta es la que tiene el Consejo Fiscal Autónomo (CFA).
Precisamente esa visión fue entregada este miércoles a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, donde el CFA presentó su informe semestral sobre el ejercicio de sus funciones y atribuciones. En este documento analizan la última actualización del escenario fiscal que entregó el Ministerio de Hacienda tanto para este año como para el próximo.
En ese informe realizó un crítico análisis de cómo están hoy las cuentas públicas en el país y advirtió que Chile se encamina a un tercer incumplimiento consecutivo de la meta de Balance Estructural (BE). A lo que se refiere el CFA es al incumplimiento de la meta fiscal a partir de 2024, donde en lugar de ser 1,9% del PIB el déficit final, fue de 3,2% del PIB.
La presentación fue expuesta por la presidenta del CFA, Paula Benavides, quien estuvo acompañada por el vicepresidente del organismo, Sebastián Izquierdo, la consejera Marcela Guzmán, y los consejeros Hermann González y Joaquín Vial, además del gerente de Estudios del Consejo, Mario Arend.
En ese análisis, el CFA da por descontado que tampoco se cumplirá la meta fiscal de este año, puesto que en el decreto fiscal se esperaba cerrar el año en -1,6% del PIB, sin embargo, la última proyección es de -2,2% del PIB, y a juicio de los expertos el déficit puede ser incluso mayor. Y para el 2026 el gobierno establece un ambicioso -1,1% del PIB, lo que es puesto en tela de juicio por el CFA.
Así, en su informe planteó que “el país se encamina a un tercer incumplimiento consecutivo de la meta de Balance Estructural (BE), en un contexto en que el plan de acciones correctivas del Ejecutivo para retornar a una situación fiscal sostenible no ha avanzado según lo comprometido”. Esto, dijo el CFA, “evidencia un cuadro de estrés fiscal prolongado, reflejado en déficits estructurales persistentes, espacios fiscales restringidos, un acercamiento de la deuda a su nivel prudente, y riesgos en el corto y mediano plazo”.

En ese escenario, el Consejo indicó que se requiere un esfuerzo fiscal mayor para minimizar el desvío de la meta fiscal en 2025, cumplirla en 2026 y no superar el nivel prudente de deuda fijado en un 45% del PIB, con el fin de recuperar la credibilidad fiscal, mediante un compromiso claro de todos los actores políticos.
De hecho, mencionó que en caso de que se incumpla la meta el 2025 y 2026, sumado al 2024, aumenta la posibilidad de que en 2027 se supere esa meta de 45% del PIB como techo de la deuda pública. “Existe una probabilidad significativa, cercana al 50%, de que el nivel prudente de deuda bruta sea sobrepasado hacia 2027″, indicó. Por lo mismo, instó a reflexionar respecto a los cambios de las metas fiscales que ha aplicado el gobierno aludiendo a causas extraordinarias y de los incumplimientos expost de esos objetivos.
A juicio del CFA, esta situación “no debe conducir a cambiar el nivel prudente por uno más alto, lo que debilitaría la señal de disciplina fiscal y podría erosionar la credibilidad de la regla ante los mercados, sobre todo considerando la rapidez con que la deuda ha aumentado en los últimos años, el crecimiento de los gastos en intereses en vez de financiar políticas sociales y el riesgo de repetir episodios previos de deterioro que derivaron en rebajas de la calificación crediticia”.
En este contexto, mencionó que “será esencial monitorear tanto la evolución de los ingresos como las presiones de gastos, haciendo correcciones oportunas y eficaces para asegurar el cumplimiento de las metas fiscales”.
Escenario 2025-2026
En su análisis de la situación del 2025, el CFA afirmó que la Dirección de Presupuestos (Dipres) estima un déficit estructural de -2,2% del PIB frente a una meta fiscal de -1,6%, “sin que se observen, a la fecha, reducciones de gasto adicionales para cumplirla. Esto ocurre en un contexto de presiones en el gasto corriente, que ha crecido por sobre lo proyectado, y de un menor crecimiento en el gasto de capital”.
En esa línea, el informe mencionó que es importante considerar que el CFA ha recomendado previamente que los eventuales ajustes debiesen recaer mayoritariamente en gasto corriente y no en gasto de capital, dado que este último incide en la capacidad de crecimiento de la economía. Además, remarcó que “este potencial desvío para 2025 ya había sido advertido en su informe de Balance Estructural, publicado el 28 de agosto pasado, en el que al analizar la situación fiscal consideró un escenario base con un déficit estructural de 2,1% del PIB”.
En la presentación cuantificó el impacto en ahorro fiscal que están teniendo las medidas correctivas y afirmó que el plan de acciones correctivas anunciado en el primer trimestre del 2025 muestra que no se ha avanzado de acuerdo a lo comprometido. “En el informe del primer trimestre de este año se anunciaron acciones correctivas por 0,58% del PIB, pero solo se han materializado recortes administrativos de gasto por 0,16% del PIB y además se están implementando recortes administrativos por 0,12% del PIB”, puntualizó.
Sobre los ingresos fiscales resaltó que las proyecciones para 2025 han ido ajustando sucesivamente. “Estas revisiones se explican en gran medida por menores ingresos tributarios de los contribuyentes no mineros (-1,1% del PIB, US$3.928 millones) y por una reducción en rentas de la propiedad (-0,2% del PIB, US$816 millones)”, detalló.
En este contexto, advirtió que “para cumplir con la proyección de ingresos de la Dipres, entre septiembre y diciembre la recaudación debería crecer 7,2% real anual, frente a un crecimiento acumulado en los primeros ocho meses del año de 6,5%”.

Para 2026, en tanto, el CFA sostuvo que el escenario fiscal estimado por la Dipres es exigente. “Por un lado, las proyecciones de ingresos consideran incrementos con un significativo grado de incertidumbre, como la recaudación asociada a la Ley de Cumplimiento Tributario (LCT), y, por otro lado, requieren esfuerzos importantes de contención del gasto. Esto obliga a un monitoreo activo de las proyecciones de ingresos y a un compromiso efectivo de todos los actores políticos para una contención efectiva del gasto”, indicó el documento.
Por todo ello, el CFA recomendó al Ministerio de Hacienda implementar una serie de medidas, entre ellas, reducciones de gasto corriente adicionales durante 2025 para minimizar el potencial incumplimiento de la meta de BE; seguir fortaleciendo los procesos de proyección y monitoreo de ingresos fiscales; revisar sus metodologías del PIB no minero tendencial y del precio de referencia del cobre, del ajuste cíclico y de los supuestos del precio del cobre; y avanzar en una agenda para el fortalecimiento de la gestión y eficiencia del gasto público.
Sobre el gasto público, el CFA sostuvo que se proyecta para 2026 un crecimiento del gasto que corresponde a 2,5% real respecto de la proyección para 2025, lo que es consistente con la meta de BE para 2026 de -1,1% del PIB y el crecimiento esperado de los ingresos estructurales.
“Esto incorpora la definición de mantener las remuneraciones del sector público en valores nominales respecto de 2025, es decir, no se contemplan ajustes por inflación esperada en el subtítulo 21 de gasto en personal, que, de materializarse, constituiría un esfuerzo concreto por contener el crecimiento del gasto corriente del Gobierno Central”, indicó.
En ese sentido, mencionó que “su cumplimiento efectivo será fundamental, debiendo cualquier medida adicional que se adopte, enmarcarse dentro de los límites del presupuesto aprobado, a fin de resguardar la meta de balance estructural de 2026”, puesto que “en caso de que ese esfuerzo no se materialice, presionaría ostensiblemente el resto del presupuesto para dicho año y el cumplimiento de la respectiva meta fiscal”.
El CFA remarcó que la tramitación y ejecución de la ley de Presupuestos 2026 es un desafío y una oportunidad para que todos los actores políticos presenten señales de compromiso claro con la responsabilidad fiscal y, en concreto, con establecer una trayectoria de convergencia efectiva del Balance Estructural.
Sobre el mediano plazo, el CFA, detalló que la diferencia proyectada por la Dipres para el mediano plazo, entre el gasto compatible con la meta de balance fiscal y el gasto comprometido, continúa siendo acotada, “lo que limita la capacidad del Ejecutivo para enfrentar contingencias sin comprometer el cumplimiento de sus metas fiscales, así como la del próximo gobierno para implementar sus prioridades programáticas”. Asimismo, alertó que el espacio fiscal efectivo podría ser menor al proyectado por el gobierno, debido a que los gastos comprometidos no consideran gastos probables en el horizonte de mediano plazo.
En su presentación también entregó su balance sobre la situación actual de los fondos soberanos. “Hoy enfrentan niveles que limitan su capacidad de cumplir con los objetivos para los que fueron creados”. Por ello, planteó que “se requieren reglas claras, para establecer metas y estrategias de recomposición gradual de ambos fondos, dado que la acumulación de activos da mayor certeza sobre la capacidad del país para enfrentar contingencias y compromisos en el largo plazo”.
Holguras acotadas
Sobre las holguras fiscales para el mediano plazo, el CFA dijo que son acotadas. “La diferencia proyectada para el mediano plazo, entre el gasto compatible con la meta de balance estructural y el gasto comprometido, continúa siendo acotada”.
Esto, para el CFA, “limita la capacidad del Ejecutivo para enfrentar contingencias sin comprometer el cumplimiento de sus metas fiscales y la capacidad de implementar prioridades programáticas del próximo gobierno”.
Si bien señaló que la Dipres proyecta holguras fiscales entre 2027 y 2030 de alrededor de 0,13% del PIB en promedio, lo que implica una leve mejora respecto a estimaciones previas, dijo que “este espacio sigue siendo reducido y no permite financiar nuevos compromisos de gasto relevantes sin contar con ingresos permanentes adicionales”.
En este período, advirtió que “para cumplir con las metas comprometidas, el gasto debería crecer en torno a 1,2% real anual”. Las holguras se dan en un contexto de déficits fiscales persistentes y de un acercamiento al nivel prudente de deuda, y están sujetas a diversos riesgos y presiones fiscales, recordó el CFA.
Los expertos se alinearon con el mensaje del CFA. “Hoy se logran ver de forma más tangible cuáles son los efectos de tres años de sobrestimación de ingresos, de la tardía reacción del ejecutivo en incorporar los resultados de ejecución mensual y la no concreción de las medidas correctivas”, señaló la exdirectora de Presupuestos y académica de la Universidad San Sebastián, Cristina Torres.
Macarena García, economista de LyD, en tanto, mencionó que “la trayectoria de la deuda que publica la Dipres es considerando unos gastos ficticios (comprometidos) que no consideran una serie de gastos que son muy probables se ejecuten. Por tanto, esta trayectoria de la deuda, donde en 2027 ya llegaba a 43,7%, está muy subestimada. Por tanto, era evidente que, de considerar los gastos efectivos, la deuda iba a estar a punto, o por sobre, el nivel prudente”.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
2.
4.
⚡¡Extendimos el Cyber LT! Participa por un viaje a Buenos Aires ✈️ y disfruta tu plan a precio especial por 4 meses
Plan digital +LT Beneficios$1.200/mes SUSCRÍBETE