
José Miguel Benavente: “Todos los pilares de la Estrategia Nacional del Litio van a estar resueltos al final de esta administración”
El vicepresidente ejecutivo de Corfo da cuenta de los hitos que ya cumplieron y los que faltan por cumplir en lo que resta del actual gobierno. Advierte, tras la consulta indígena realizada a raíz del contrato de Codelco y SQM por el salar de Atacama, que las comunidades se llevarán aportes por hasta US$ 150 millones, pero que no irán a los bolsillos de los comuneros, sino que se distribuirán a partir de proyectos de desarrollo.

A José Miguel Benavente (57) se le ve relajado. Pese a un incesante ir y venir de compromisos, trasunta la tranquilidad de creer que lo más importante de la pega que le asignaron como vicepresidente ejecutivo de la Corfo ya está hecha.
Porque más allá de las tareas de apoyo al emprendimiento y la innovación, la labor que trascenderá de su periodo, iniciado el 11 de marzo de 2022, ha sido sacar adelante un encargo que le hizo el Presidente Gabriel Boric: la Estrategia Nacional del Litio (ENL).
Y aunque faltan algunos hitos por cumplir, este ingeniero civil industrial de la U. Católica de Valparaíso y doctorado en Economía en la U. de Oxford, siente que la gran mayoría del plan está, como dice él, “check”, pese a que pocos, recuerda, creían que se pudiese llevar a cabo.
La ENL fue presentada por Boric el 20 de abril de 2023, pero fue estructurada por Corfo y los ministerios de Hacienda, Economía y Minería durante todo el 2022, cuando el precio del litio tocaba récords de US$ 80 mil la tonelada que nunca volvieron.
La estrategia consideraba dos desafíos fundamentales: “Cómo asegurar un aumento en la producción de litio de Chile, de manera sostenible, admisible para los pueblos originarios y con cambios tecnológicos de extracción; y cómo capturar más rentas para el Estado de esa producción, si el litio no es concesible. Y todo, en el menor tiempo posible”, explica.
Y antes de delinear cómo han ido cumpliendo los hitos que fundamentan su afirmación, adelanta que “de todos los pilares de la Estrategia Nacional del Litio, todo va a estar resuelto al final de esta administración”.
El primer hito: Salar de Atacama, casi check
Para enfrentar los dos desafíos de la estrategia, Benavente recuerda que hasta ahora hay sólo un salar que produce litio: Atacama (que representa el 50% de la superficie de salares del país). Para explotarlo, existe un contrato de arriendo de la propia Corfo con SQM que expira en 2030 y tenía hasta junio del 2027 para conovocar a una nueva licitación.
Esta contingencia permitió una ventana de negociación, en la que surgió la opción de que Codelco y SQM se aliaran para explotar ese litio. ”Es muy importante que haya continuidad operativa desde el punto de vista del Estado para recibir esa renta”, advierte.

Bajo ese acuerdo, la alianza Codelco-SQM podrá elevar la producción de litio en hasta 300 mil toneladas hasta 2030, con gestión de SQM, y a contar de 2031 y hasta 2060, Codelco controlará con un 50% más una acción y administrará, con una producción anual de entre 280 mil y 300 mil toneladas.
Aunque el trato entre Codelco y SQM no es tema de Corfo, Benavente sí está consciente de que la sociedad requiere de la aprobación regulatoria de seis países, cinco de los cuales ya obtuvieron, pero les falta China.

Ha trascendido que China estaría solicitando condiciones de suministro y de precio para aprobar este acuerdo de Codelco y SQM. ¿Es así? ¿Son condiciones normales para una aprobación de este tipo?
-No conozco la dinámica que hay dentro del mercado privado del litio. Yo creo que habría que preguntarle a ellos.
Hay algo que falta por parte de Corfo en este proceso que es la entrega de los contratos finales.
-Hay dos borradores de contrato, uno entre Corfo y SQM, y otro, entre Corfo y Codelco. Y el consejo de la Corfo dijo que no habría contratos finales hasta que no se sacara la consulta indígena. Y se hizo la consulta.
Corfo estuvo encargada de la consulta indígena. ¿Sólo se consultó o el acuerdo fue aprobado?
-Las consultas indígenas se rigen bajo un reglamento que se desprende del artículo 169 de la OIT y que tiene etapas: programación, información, diálogo y sistematización. Después de la sistematización, se termina. Nosotros hicimos todos los pasos del proceso by the book. Primero había que definir qué vas a consultar y había como 13 capítulos grandes de los borradores de los contratos que podrían afectar a las comunidades. En la etapa de diálogo, tuvimos 40 reuniones formales, lo que es una locura, porque generalmente son 4 o 5 reuniones. Y después vino la sistematización, donde se ponen todos los acuerdos y disensos.
Por tanto, no hubo una aprobación o un acuerdo.
-Hubo acuerdos y disensos. Lo que hace el proceso es como una convergencia de entendimientos comunes sobre temáticas de interés de los pueblos que están alrededor del salar. Pero nosotros fuimos más allá de los 13 elementos que los podían afectar. Por ejemplo, como tenían un problema grave con el acceso al agua, hicimos gestiones con el Ministerio de Economía y la Dirección General de Aguas para resolver temas de propiedad de agua. Otro tema era el acceso a salud, hicimos las gestiones necesarias y amablemente la ministra de Salud fue allá y se comprometió a construir un hospital tipo 1, de menor complejidad.
La consulta terminó también con un aporte económico a las comunidades. ¿De cuánto fue y cómo se va a distribuir?
-Ya el borrador original tenía una mejora sustantiva respecto a los actuales contratos. Y, como consecuencia de la consulta, quedó mucho mejor en términos de montos. Como ejemplo, en el borrador original había un solo fondo, ahora hay cuatro. Y fondos que son en función de las ventas, algunos no tienen techo y tienen pisos asegurados.
Originalmente se hablaba de unos US$ 40 millones a US$ 60 millones. ¿En cuánto quedó?
-Debe andar por los US$ 150 millones anuales, más o menos, en total. Pero, ojo, no van al bolsillo de las personas, son para proyectos de interés común de las organizaciones, como servicios o infraestructura, etc.
¿Nada va directo a las personas, todo es para proyectos?
-No, hay un fondo intergeneracional, al que todos los años las empresas le ponen US$ 1 millón, y ese fondo, administrado por un tercero que vamos a licitar, no se puede tocar hasta el 2060. Y ese año se empiezan a usar los intereses de ese fondo y ahí pueden ir al bolsillo de los miembros de la organización.
Terminada la consulta indígena ya, ¿qué pasa con los contratos finales de Corfo con Codelco y SQM?
-El 15 de septiembre hicimos la reunión del consejo de Corfo, que nos autoriza a firmar los contratos definitivos. Y esos contratos se firman el 16 de septiembre: Corfo con SQM Salar S.A., que es una modificación del contrato del 2025 al 2030, firmado por su representante, Ricardo Ramos (gerente general de SQM). Y de Corfo con la filial Tarar de Codelco, del 2031 al 2060, firmado por Máximo Pacheco (presidente de Codelco). Y el 17 de septiembre, esos contratos entran a la Contraloría General de la República, que esperamos que se demore entre un mes a un mes y medio. Una vez que termine eso, ya está listo el contrato entre nosotros y las empresas.
Los otros hitos encaminados
Pero además del salar de Atacama, la Estrategia Nacional del Litio incorporó otros salares de donde extraer el litio.
El mayor de los restantes es Maricunga, para cuya explotación Codelco cuenta con un Contrato Especial de Operación de Litio (CEOL) entregado por el gobierno en 2018. Para esto se asoció con la australiana Rio Tinto, también en un esquema donde controla con el 50,01%.
Benavente explica que esta estructura no sólo es para obtener rentas, sino también para acceder a conocimiento de la minería de salares, que las empresas públicas desconocen.
“La gran crítica que nos han hecho es: ¿y qué pasa si el litio se va al piso? La salmuera está llena de muchos otros minerales. Entonces, era entender otro tipo de minería, en la cual tenemos una ventaja enorme, porque tenemos los salares que, en extensión y potencial, son quizás las reservas más grandes del mundo", explica.
En el caso del salar Pedernales, Codelco cuenta con permiso, pero está recién en etapa de estudios para su exploración.
En el caso de los salares Altoandinos, el Ministerio de Minería le entregó CEOL a Enami para que negociara. Y también se asoció a Rio Tinto.
Pero había otro grupo de salares más pequeños que también han sido objeto de interés del litio, a los que se le pretende entregar un CEOL para su explotación, por lo cual pagarían un royalty.
“Hicimos un Request for Interest al mundo. Había 12 (seis salares pequeños y seis depósitos salinos) por los cuales había interés. Planteamos la idea de una licitación por estos 12″, cuenta. “Pero nos encontramos con que lo que no es concesible es el litio, pero no la salmuera. Y como la salmuera está compuesta por otros minerales, puedes como privado tener pertenencias para otros minerales. Así, puedes tener dos personas con derechos sobre la salmuera: uno por el litio y otro por otros minerales. Entonces, generamos la regla de que si tienes más del 80% de los derechos de esa salmuera no litio, como Estado negociamos directamente contigo. O sea, no hago licitación, sino una negociación”, comentó.
“Entonces, de esos 12, vamos a tener más o menos, seis asignados antes de que termine el gobierno”, adelantó.

Otro de los elementos de la Estrategia era crear un instituto para el estudio del litio y de los salares. ¿Qué pasó con él?
-Necesitamos saber lo que está ocurriendo en los salares, sobre todo en los que se va a explorar y explotar, para tener un buen control y un seguimiento. Para eso creamos con recursos nuestros, de la Corfo, el Instituto Público del Litio y los Salares. Tiene un aporte nuestro anual asegurado por 10 años, con un gobierno corporativo donde están los ministerios de Ciencia, Minería y Medio Ambiente y la Corfo.
-¿Pero ya está operando? ¿Tiene científicos contratados?
-Se constituyó en diciembre del 2024. Va a partir en la región de Antofagasta y probablemente en Atacama tenga una sede. Está el directorio, está el equipo ejecutivo y están en la contratación de servicios de infraestructura. Y aparte del directorio, habrá consejos que lo supervisen y uno de los asientos en esos consejos lo integrarán los pueblos originarios, lo que fue parte de la consulta.
“Imposible hacerlo más rápido”
Una crítica persistente al gobierno por el tema del litio es que tardó mucho tiempo en su estrategia. Hoy el precio del litio está en el piso de cinco años. ¿Se demoró demasiado?
-No. Como administración, es imposible más rápido, imposible. O sea, si haces la carta Gantt: el diseño de la estrategia lo hicimos en meses, la negociación del borrador entre Corfo y Codelco, el borrador entre Codelco y un tercero, nos demoramos un mes en hacerlo; la consulta indígena era muy complicada, no se nos bajó nadie, y lo hicimos en un tiempo bastante acotado.
Pero el peak del precio del litio se nos pasó, antes Australia nos superó como primer productor y Argentina amenaza.
-Para pasar de exploración a explotación, te demoras entre 4 y 9 años. Para aprovechar el peak deberías haber partido hace 10 años. Sobre Australia, empezó antes, pero produce litio de roca, que es tres veces más caro. Si corrijo por costo de producción, somos líderes mundiales, somos mucho más costo eficientes que Australia. Por lo tanto, que Australia produzca más litio no significa que gana más dinero, porque le sale tres veces más caro. Segundo, lo mejor que nos puede pasar es que Argentina aumente su producción de litio, porque todo ese litio va a salir por Chile, pues sus salares están cerca de la frontera y el mercado está en el Pacífico. Productores especializados pusieron una planta que estaba sobredimensionada a la cuota, porque quieren procesar el litio que viene de Argentina en Chile.
La idea de aplicar valor agregado y producir cátodos de baterías en Chile, ¿no fue voluntarista? Los dos proyectos que habían se cayeron.
-Voluntarismo sería forzarlo a que fueran acá, aunque sea más caro. Las cláusulas de 2018 decían que potencialmente existe esa posibilidad. Y seguimos pensando que es una buena alternativa. Yo podría hacer una buena apuesta de que cuando los nuevos contratos del 2030 estén funcionando, va a haber mucho interés. Ya nos han hecho lobby varios preguntando si estas cláusulas van a seguir adelante. Y la respuesta es sí, por supuesto, están incorporadas. Yo no tendría ninguna duda de que en el futuro en Chile se van a hacer baterías, sobre todo estacionarias.
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